La plata es un metal cuyos beneficios se conocen desde hace mucho tiempo. Actualmente se usa en diversas aplicaciones en el día a día y particularmente en el mundo sanitario en diferentes formas.
Frente a las infecciones nosocomiales, que siguen siendo hoy en día una lucha de todos los días en el entorno hospitalario, la industria biomédica ha desarrollado en los años 1990, entre otros, catéteres impregnados de plata para ayudar a prevenir mejor las Infecciones Relacionadas con Cateterismo (IRC).
A continuación, veremos en qué aplicaciones se usaba y se usa hoy en día la plata y, cuál es su real beneficio en el cateterismo.
HISTORIA DEL USO MÉDICO DE LA PLATA
Las propiedades antimicrobianas de la plata se conocen en realidad desde hace miles de años: los Persas, los Griegos y Romanos usaban plata para transportar y almacenar agua y también para conservar alimentos (1). De hecho, desde esa época se empezó a fabricar cubiertos de plata por las mismas razones.
Durante la misma época, gracias al padre de la medicina, Hipócrates, se aplicaban platos de plata para mejorar la cicatrización de las heridas.
Es a partir del siglo VIII que el uso del nitrato de plata empieza a aparecer. Su propósito principal era purificar la sangre y prevenir las palpitaciones. Más adelante en el siglo XVI, el mismo compuesto para el tratamiento de heridas.
Con la evolución de la medicina, el espectro del uso de la plata se hizo más amplio: se usaba para infecciones cerebrales y hasta para la epilepsia cuando se constató que, al tragarse una moneda de plata durante una crisis convulsiva (usada para que evitara morderse la lengua), un paciente dejo de tener convulsiones. A mediados del siglo XIX, un cirujano americano, J. Marion Sims tuvo un gran éxito por sus resultados al usar, a la hora de suturar, seda con plata (1).
A principio del siglo XX, el uso oral e intravenoso se extiende por su eficacia, aunque se demuestra que a altas dosis puede ser peligrosa. Con la llegada de los antibióticos (más seguros y eficaces) en los años 1940, el papel de la plata respecto a la prevención de las infecciones disminuyó mucho. Sin embargo, hoy en día la plata sigue siendo muy útil y es un elemento que se puede encontrar en distintos ámbitos en el hospital.
¿EN QUÉ APLICACIONES SE LLEGA A USAR LA PLATA HOY EN DÍA?
En el ámbito sanitario se puede encontrar plata para:
- la aplicación en lesiones cutáneas y heridas, probablemente la más usada que sea a través de apósitos (particularmente en caso de Úlcera Por Presión UPP) o cremas
- la higiene dental
- la conjuntivitis neonatal
- la prevención y tratamiento de infecciones
- el material medico-quirúrgico: catéteres intravenosos, sondas vesicales, tubos endotraqueales, material de quirófano, etc…
Aunque no sea de uso estrictamente médico, podemos incluir en esta lista la purificación del agua que sigue siendo vigente.
El ámbito de actuación de la plata es amplio, sin embargo, ciertos usos pasados han demostrados ser totalmente ineficaces. Es el caso de la prevención de las crisis convulsivas en la epilepsia y en general en casos de trastornos del sistema nervioso central.
¿DE QUÉ MODO SE PUEDE UTILIZAR LA PLATA?
Entre todas las formas que existen y los compuestos que contienen plata los más utilizados son los siguientes.
Plata metálica
Como dicho anteriormente, la forma más antigua de usar la plata es en su versión metálica. En el siglo XVIII, se describieron casos de pacientes de capas sociales altas, llamados los “blue bloods” (1): su piel se tintaba de azul debido al uso frecuente de cubiertos de plata. Este síndrome se llama argiria y no se puede revertir, aunque se deje de estar en contacto con el elemento que contiene plata.
Sin embargo, en medicina, la plata metálica ya no se utiliza en el tratamiento de dolencias o enfermedades.
Nitrato de plata
Su aplicación es conocida en el tratamiento de verrugas, granulomas, aftas. Requiere bastante precaución al ser un tratamiento caustico.
Sulfadiazina de plata
Es presente en las cremas para tratar las quemaduras. Se puede ver también en catéteres intravenosos.
Plata coloidal
Se trata de nanopartículas de plata que están diluidas en agua. Los supuestos beneficios de este compuesto oral sobre el sistema inmunitario generan muchas críticas ya que no se ha demostrado científicamente que sea cierto (4).
Plata iónica
La diferencia con la versión coloidal es que la plata es presente en forma de iones, partículas mucho más pequeñas que en el formato coloidal y es mucho más reactiva (5). Su uso ha demostrado ser útil para luchar contra la contaminación bacteriana tanto a través de apósitos (heridas, úlceras) como de catéteres intravenosos.
¿CÓMO FUNCIONA UN CATÉTER IMPREGNADO DE PLATA?
La tecnología Expert (Agion) integrada al material de catéteres centrales, umbilicales, y catéteres PICC, funciona gracias a iones de plata (Ag+). Un mineral llamado zeolita contiene iones de plata (Ag+) que se liberan cuando la zeolita capta iones de sodio (Na+).
Una vez liberados en la sangre, los iones de plata “atacan” a las bacterias presentes e impiden su reproducción.
La liberación de plata desde el catéter es continua y hay que tener en cuenta que:
- un ion Ag+ es un elemento inerte e inocuo para el cuerpo humano
- la dosis de plata liberada por el catéter es muy baja. Su función es proteger el catéter y la zona alrededor del mismo frente a una posible contaminación bacteriana. No se trata de un tratamiento sistémico.
¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS EN EL CATETERISMO CON ESTA TECNOLOGÍA ?
La investigación sobre los efectos de la plata ha sido amplia ya que toca a distintos ámbitos. De forma general, los resultados sobre la plata iónica no dejan lugar a duda (6):
el microorganismo pierde rápidamente toda capacidad de crecer y reproducirse. De esta manera se evita el desarrollo de microorganismos patógenos como ‘Salmonella’, ‘Legionella’, ‘Escherichia coli’ y ‘Staphylococcus aureus’, entre otros.
En el ámbito sanitario, unos de los éxitos más relevantes son las sondas vesicales y los apósitos. Gracias a estas experiencias, es interesante resaltar que la plata es un «agente bactericida de amplio espectro frente a bacterias Gram+ y Gram- (incluso las meticilina y vancomicina resistentes), levaduras, hongos y virus» (7, 8).
En el cateterismo intravenoso, los estudios empezaron a desarrollarse a finales de los 90.
En el 1996, Woodyard et.al, a través de diferentes técnicas de integración a los plásticos, llega a la conclusión que la plata es «eficaz frente a las bacterias » (9).
3 años más tarde, cuando la plata era entonces una característica reciente en los catéteres, Böswald et.al, en su estudio, diagnosticaron infecciones asociadas a los catéteres de la siguiente manera (10):
en el grupo plata en 5,26/1000 días de catéter y 18,34/1000 días de catéter en el grupo de control, lo que indica una tasa de reducción del 71,3%.
En el 2008, el estudio David Roe et.al llega a la conclusión que las nanopartículas de plata integradas en el plástico de catéteres «no son tóxicas y permiten bajar el riesgo de contaminación bacteriana» (11).
Otro estudio muy interesante al respecto, es la investigación que llevó a cabo en el 2015, el laboratorio Sciessent en el cuál comentan (12):
los materiales estándar permitieron el crecimiento de SARM y ERC, mientras que los materiales tratados con antimicrobianos Agion mostraron reducciones significativas.
Hoy en día el uso de catéteres con tecnología a base de plata es bastante extendido y no supone más efectos adversos que otros catéteres que sean impregnados o estándares. Al permitir una liberación de iones de plata de forma continua y en cantidad muy baja, estos dispositivos son aliados fiables en la lucha contra las infecciones relacionadas con cateterismo.
Los últimos debates en farmacología dejan entender que, frente a la resistencia de ciertas bacterias a los antibióticos, el papel de la plata podría volver a crecer ya que actuaría como adyuvante clave (13).
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