La crioterapia es una técnica ampliamente utilizada en el manejo de los pacientes en Cuidados Intensivos y, especialmente, en la rehabilitación de muchas lesiones musculoesqueléticas. Tanto la evidencia fisiológica como la clínica muestran que la aplicación de frío reduce la velocidad de conducción nerviosa, reduce el flujo sanguíneo y suprime la tasa metabólica celular. Estos efectos beneficiosos del frío reducen la reacción inflamatoria, reducen el dolor, retrasan la formación del edema y reducen la aparición de lesiones secundarias.[1] En este artículo podéis leer más sobre los efectos terapéuticos del frío y las recomendaciones de uso de la terapia fría.
Además de sus beneficios terapéuticos, no debemos olvidar que el uso de la crioterapia o terapia fría nos puede ayudar a reducir el consumo de analgésicos[2] y otros opiáceos de los pacientes con dolor, tema de suma importancia para muchos de los profesionales sanitarios que trabajan en torno al dolor, tal y como podemos ver en este reportaje.
Principios de la termodinámica aplicada a la crioterapia
La crioterapia consiste en bajar la temperatura de una parte anatómica para obtener un efecto terapéutico, en particular sobre el dolor, el edema y el hematoma. Pero, ¿qué principios termodinámicos rigen la crioterapia?
- Para reducir la temperatura de un tejido, se requiere una transferencia de calor de una zona caliente a un dispositivo más frío.
La transferencia térmica corresponde a una cantidad de energía medida en calorías.
- La eficiencia de la transferencia térmica también depende del cambio de estado del material.
Tres modelos diferentes para la transferencia térmica
Existen tres modelos diferentes para la transferencia térmica:
- Convección:
- Modo específico para líquidos y gases.
- Movimiento continuo de la materia.
- Conducción:
- Modo específico de sólidos
- La materia está inmóvil
- Radiación:
- Radiación electromagnética
¿Qué es mejor en crioterapia: convección o conducción?
Ahora que conocemos los diferentes modelos para la transferencia térmica, veamos cuál de ellos es más útil en la crioterapia de contacto:
El papel del cambio de estado en la crioterapia
Cuando un dispositivo de crioterapia está diseñado para cambiar de estado, por ejemplo, una bolsa de hielo, que pasa de sólido a líquido mientras la aplicas sobre el paciente, la transferencia de calorías es mucho mayor durante el cambio de fase que durante el aumento de temperatura en la fase sólida. En total, obtenemos una transferencia de calorías muy elevada, que favorece un tratamiento largo y más efectivo.
Cuando un dispositivo de crioterapia no está diseñado para cambiar de estado, como por ejemplo un gel frío, la transferencia de calorías es muchísimo menor y el efecto en tiempo y eficiencia es mucho menor.
Por lo tanto, a la hora de elegir un producto para aplicar crioterapia a un paciente o sobre uno mismo, es importante tener esto en cuenta. De hecho, varios estudios han comparado la eficiencia de los distintos tipos de crioterapia, tal y como veremos a continuación.
Guisantes congelados para reducir la inflamación, ¿mito o realidad?
Una vez aprendidas las ventajas del uso de la crioterapia para reducir dolor e; y conocidos los principios termodinámicos que rigen la crioterapia, debemos saber qué productos nos van a dar un mejor resultado.
Este tema ha suscitado mucho interés en la comunidad científica ya que, tradicionalmente, todos hemos utilizado el frío para aliviar el dolor sin prescripción médica y utilizando productos disponibles en nuestro entorno, como por ejemplo un cubito de hielo o un paquete de guisantes congelados.
Pese al consenso sobre los efectos fisiológicos del frío, hasta hace poco no había demasiada evidencia para seleccionar un tipo de crioterapia sobre los otros, por lo que la bolsa de guisantes era una opción como otra cualquiera.
Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado diferentes estudios que han puesto a prueba la habilidad de cada modalidad de frío para reducir la temperatura de los tejidos. Estos estudios han evidenciado que a menor temperatura del tejido, mayor eficiencia terapéutica.[1] [2] [3] [4] [5] Hay que tener en cuenta que la analgesia provocada por el frío comienza cuando conseguimos reducir la temperatura de la piel a 13,6ºC.
Tras esta evidencia, el estudio Comparison of skin surface temperature during the application of various cryotherapy modalities publicado en la revista Archives of Physical Medicine and Rehabilitation tenía como objetivo comparar la temperatura de la superficie de la piel durante la aplicación de cuatro tipos de crioterapia diferentes para identificar cuál de ellos produce mejores resultados.
Las pruebas se realizaron en repetidas ocasiones a una muestra de 50 mujeres en el rango de edad entre 20 y 23 años y los productos elegidos para realizar esta comparación fueron los productos más comunes del mercado:
- Pack de hielo
- Gel frío
- Guisantes congelados
- Bolsas frías con una mezcla de agua y alcohol
El estudio demostró que el pack de hielo y la mezcla de agua y alcohol eran significativamente más eficientes en la reducción de la temperatura de la piel. En principio, no sorprende que estos productos específicos para la crioterapia superen la capacidad de enfriar la piel de los guisantes congelados.
Sin embargo, el estudio nos confirma que los geles fríos son una mala elección cuando queremos ejercer frío sobre una lesión para calmar el dolor y la inflamación, ya que no enfría lo suficiente, es decir, su temperatura se mantiene por encima de los 13,6ºC.
[infobox title=’BIBLIOGRAFÍA’]
[1] Comparison of skin surface temperature during the application of various cryotherapy modalities
[2] S. Trichard · E. Dantony · D. Maucort-Boulch et.al., Essai randomisé évaluant l’utilisation de la cryothérapie seule ou en association avec des antalgiques dans la prise en charge de la douleur en traumatologie d’urgence., 2016, Annales Françaises de Médecine d’Urgence, Vol. 6:395-402.
[3]Belitsky RB, Odam SJ, Hubley-Kozey C. Evaluation of the effectiveness of wet ice, dry ice, and cryogen packs in reducing skin temperature. Phys Ther 1987;67:1080-4. Zemke JE, Anderson JC, Guion WK, McMillan J, Joyner AB.
[4] Chesterton LS, Foster NE, Ross L. Skin temperature response to cryotherapy. Arch Phys Med Rehabil 2002;83:543-9.
[5] Merrick MA, Jutte LS, Smith ME. Cold modalities with different thermodynamic properties produce different surface and intramuscular temperatures. J Athl Train 2003;38:28-33.
[6] Myrer W, Meason G, Fellingham GW. Temperature changes in the human leg during and after two methods of cryotherapy. J Athl Train 1998;33:25-9.
[7] Intramuscular temperature responses in the human leg to two forms of cryotherapy: ice massage and ice bag. J Orthop Sports Phys Ther 1998;27:301-7.
[/infobox]
0 comentarios