La terapia endovenosa es un tratamiento usual en pacientes hospitalizados, y también cada vez más en los que se encuentran en domicilio.
La administración de fármacos puede dar lugar a problemas como la flebitis, extravasaciones entre otras, lo cual nos puede obligar al uso de varias vías periféricas.
Con el paso del tiempo han ido surgiendo diferentes dispositivos y entre ellos la línea media; la evidencia científica nos demuestra que esta clase de dispositivos, fabricados con materiales de mayor biocompatibidad, ofrecen grandes beneficios.
Con el uso de este tipo de catéteres se busca, sobre todo, conservar el capital venoso del paciente, evitar punciones innecesarias, daños tisulares, comodidad para el paciente y ayuda en el trabajo diario del personal de enfermería. Sin embargo, como cualquier otro catéter, no esta exento de complicaciones.
¿Para qué sirve un midline?
Frente al catéter corto periférico, el catéter de línea media permite:
- ampliar la duración de la vía
- tener un solo dispositivo durante todo el tiempo de tratamiento
- disminuir las complicaciones, menos riesgo de infección entre otros.
Pero no debemos olvidar que se trata de un DAV (Dispositivos de Acceso Venoso) periférico y que su uso solo es para administración de fármacos:
- cuyo Ph está entre 5 -9
- que no sean flebiticos, irritantes, vesicantes, ni antiblásticos,
- con una osmolaridad inferior a 600-650 (según AETSA, picuda 15)
¿Qué cuidados requiere un catéter midline?
Enfermería tiene que garantizar el buen funcionamiento del catéter. Es de vital importancia proceder a una correcta colocación, pero también hacer un mantenimiento adecuado y para ello se tienen que seguir las medidas siguientes:
El no cumpliendo de estos puntos, el hacer un uso inadecuado, puede contribuir de manera importante en la aparición de diferentes complicaciones, que en ocasiones pueden ser serias, comprometiendo la calidad de vida del paciente incluso su vida.
Complicaciones más comunes en midlines
Obstrucción
Es la imposibilidad de infundir y/o no existencia de reflujo a través del catéter. La obstrucción puede ser total, (no podemos infundir y no refluye) o parcial (podemos infundir, pero no refluye). Puede ser ocasionada por no realizar un correcto lavado /o sellado del mismo (no hacer técnica push-stop y presión positiva) o por la administración de fármacos incompatibles que precipitan, forman cristales. El uso de bombas de infusión nos ayudaría a prevenir también la obstrucción ya que el flujo será permanente.
La existencia de una obstrucción supone que el personal de enfermería, tenga que emplear mas tiempo, intentar desobstruirlo, colocar otro catéter si no lo consigue y pudiendo provocar, si no se realiza de forma idónea, otro tipo de complicaciones.
La MARSI
Se define como la lesión cutánea debida a un adhesivo médico. Sucede cuando la piel está dañada, puede aparecer un eritema, flictena, vesícula, erosión y que permanece durante 30 minutos o más, tras la retirada y/o colocación del apósito o sistemas adhesivos de fijación. Lo cual provoca dolor e incomodidad.
En el desarrollo de esta complicación puede intervenir las características de la piel del paciente (fragilidad, piel atópica…) así como los fármacos que se le están administrando, los cuales pueden intervenir en un aumento de la riesgo de aparición de lesiones (quimioterapia, inmunoterapia).
Esta complicación puede ser causada por el propio apósito o sistema de fijación, así como por el agente desinfectante (clorhexidina) debido a que el paciente pueda tener hipersensibilidad o alergia a alguno de ellos. Otra causa podría ser el no respetar el tiempo de secado, colocar los dispositivos de fijación o el apósito estando la piel mojada, así como el no retirar o colocar correctamente el apósito.
Extracción parcial o total del catéter
El catéter deja de estar colocado en la posición inicial: existe un desplazamiento del mismo hacia el exterior, pudiendo ocasionar también una trombosis.
La extracción puede ser debida a una incorrecta fijación del catéter, a que el paciente está desorientado (se lo retira) o al movilizar al paciente queda acodado y se produce un estiramiento que provoca su salida parcial o completa.
Dejar demasiada longitud de catéter fuera, o un inadecuado punto de salida del catéter, pueden dificultar la fijación y provocar, a posteriori, un desplazamiento de la vía.
Trombosis
Se trata de la existencia, formación, o desarrollo de un coágulo en una vena.
Cuando sucede en una vena portadora de un catéter, el coágulo suele estar ubicado entre la pared de la vena y el catéter.
Podemos contribuir a la prevención de la trombosis mediante:
- el uso del ecógrafo
- una elección correcta de la vena (no trombosada, mayor diámetro posible, más recta, …),
- una correcta relación calibre del catéter con el diámetro de la vena (1/3),
- usar malla protectora adecuada es decir no demasiado apretada,
- un catéter bien fijado para evitar movimiento que pueda ir erosionando el endotelio de la vena, provocar sangrado entre otras cosas.
A parte del malestar que causa en el paciente como dolor de la extremidad, la aparición de la trombosis conlleva un posible edema, enrojecimiento, aparición de circulación colateral y el tener que administrar anticoagulantes en ocasiones en un largo periodo de tiempo.
Se tiene que contemplar la retirada del catéter a los 5-7 días de haber iniciado la descoagulación si:
- no ha mejorado la clínica
- se ha asociado una infección
- el catéter no funciona como consecuencia de la propia trombosis.
Esto también supone un coste adicional (aparte de los expuestos) por más tiempo de dedicación del personal de enfermería y por el material (realización de eco-doppler, traslados al centro hospitalario para controles, administración de anticoagulación, colocación de un nuevo catéter…).
Infección
Puede ser en el punto de inserción o una bacteriemia relacionada al catéter (CRBSI).
¿Cuáles son los síntomas cuando se trata del punto de inserción?
Aparece una flogosis (enrojecimiento, induración, secreción) y dolor. La existencia de esta infección puede provocar la entrada de bacterias al torrente sanguíneo que nos podrá dar lugar a una bacteriemia.
La infección puede ser causada por una aplicación incorrecta de las medidas de antisepsia (no lavado de manos, no desinfectar, no cumplir con las medidas de barrera, no hacer correctamente la cura) o no cumplir con las normas de administración (desinfección de conector sin aguja, cambio de prolongador, dispositivos de infusión…)
En la bacteriemia (infección sistémica) se da presencia de fiebre.
Cuando el catéter es el responsable de dicha bacteriemia, el germen cultivado en sangre (hemocultivo) está también presente en la punta del mismo, o en el trayecto intravascular.
Es especialmente importante evitar este tipo de complicación ya que puede dar lugar a una sepsis generalizada, lo que puede comprometer la vida del paciente.
Existen otros tipos de complicaciones como la flebitis y la rotura de catéteres.
¿Cuál es el impacto de las complicaciones en midlines?
El no cumplimiento de un correcto procedimiento de inserción, además y, sobre todo, no aplicar correctamente los procedimientos estandarizados sobre el mantenimiento a nivel del punto de salida del catéter, así como el mantenimiento de los sistemas de administración puede llevar a las complicaciones mencionadas anteriormente.
La necesidad de evitar estas complicaciones es obvia, ya que ellas, en especial las infecciones, son causa relevante de morbilidad y mortalidad. Contribuyen de forma directa a un aumento de la estancia hospitalaria y de los costes asistenciales.
Hay diferentes estudios que corroboran este hecho e indican que una sepsis es el proceso clínico intrahospitalario con mayor mortalidad y coste. Según el Dr Marcio Borges (coordinador de la unidad multidisciplinar de sepsis del hospital Son Llatzer de Palma de Mallorca) un episodio de sepsis en España supone 18.000 euros y el número de muertes causadas al año en España por este motivo es de 17.000. Estos datos son similares a los presentados por el presidente del comité científico de la sociedad Española de Medicina Intensiva, Critica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). La sepsis acaba con la vida de una persona en cuatro segundos, de ahí la importancia de prevenir y detectar precozmente una infección.
En cuanto a la trombosis en el manual de Gavecelt podemos encontrar un dato interesante sobre los costes de un episodio aislado: implica un coste añadido de 1000 euros (esto si no se añade complicaciones mayores).
En cuanto a las otras complicaciones citadas, el coste adicional es evidente ya que se debe a:
- un mayor número de curas
- el material empleado
- las horas de enfermería.
También hemos de tener en cuenta la calidad de vida del paciente, la satisfacción con respecto a su dispositivo, así como la satisfacción del personal que lo atiende y el facilitar su trabajo. Es evidente que, si las complicaciones son inexistentes, impactará de forma positiva en todos estos aspectos.
El correcto cuidado y mantenimiento representan un rol fundamental en el buen funcionamiento del catéter y en la calidad de vida del paciente. El cumplimiento de los procedimientos estandarizados tanto en la inserción (lavado de mano, desinfección cutánea, máxima barrera; uso de ecógrafo, elección de la vena, zona de inserción, material adecuado) como en la manipulación (lavado de manos, técnica ANTT, técnica push-stop, presión positiva…) contribuye a la disminución de las complicaciones. En consecuencias nos dará un menor número de horas dedicadas de enfermería, disminuyendo costes y días de ingreso. Lo cual nos permite obtener una mayor satisfacción del paciente y una mejora de su calidad de vida.
Si quieres saber más sobre este tema, no dudes en hacer un comentario abajo e intentaremos ayudarte.
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Bibliografía
- Pittiruti y Scoppettuolo, Manual GAVeCeLT sobre PICC y midline, edición Edra – 2016
- Grupo GAVeCELT, web DAV Expert, 2016 – consultada en marzo de 2021
- Infusion Nursing Society, Infusion Therapy Standards of Practice – 2021
- Recomendaciones del CDC – 2011
- Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad, Guía de Práctica Clínica sobre Terapia Intravenosa con Dispositivos no Permanentes en Adultos – 2014
- Tripathi et.al, The Practice and Complications of Midline Catheters: A Systematic Review, Critical Care Medicine, Volume 49, Issue 2, p e140-e150 – February 2021
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