La incorporación en las unidades de neonatología es un proceso complejo y muy completo. Los profesionales que se integran en estas unidades no solo deben conocer un conjunto de procedimientos, herramientas y condiciones específicas que se dan de manera particular en las unidades de cuidados intensivos neonatales y en los pacientes ingresados en ellas. También, deben aprender e integrar las nuevas tendencias que existen en este sector sobre el enfoque de la asistencia y atención de estos pequeños pacientes. Y, sin duda, la inversión en humanización es la última gran transformación de las unidades neonatales en nuestro país.
La tendencia actual pasa por crear estructuras hospitalarias que faciliten el pleno acceso de la familia a las unidades en las que se encuentran ingresados sus hijos y por la estandarización de prácticas que posibiliten el establecimiento de lactancia materna temprana y el contacto entre los miembros.
¿Pero es una realidad generaliza en todas las instituciones españolas? ¿Qué significa la humanización de los cuidados? ¿Por qué se ha producido esta transformación? ¿Qué implicaciones, retos y beneficios supone? Rosario Ros, enfermera especializada en pediatría y supervisora en el Área de Gestión Clínica del Niño en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, donde es responsable de formación, nos contesta a todas estas preguntas.
¿QUÉ ES LA HUMANIZACIÓN DE LAS UNIDADES NEONATALES Y CUÁLES SON SUS OBJETIVOS?
Las iniciativas de humanización son consecuencia del desarrollo de las unidades de cuidados críticos.
Durante años, hemos asistido a una evolución extraordinaria a nivel científico-técnico en los cuidados del paciente ingresado en estos servicios. Pero, la priorización del aspecto urgente ha hecho que, en ocasiones, se olvidaran una serie de necesidades básicas, fisiológicas o emocionales, del paciente, familia y profesionales.
La reflexión motivada de este contexto es lo que ha posibilitado, en los últimos años, la aparición de iniciativas basadas en los cuidados centrados en el desarrollo, que tienen en cuenta una serie de aspectos que se podrían considerar, a priori, secundarios, como ambientales y espaciales, con el objetivo de mejorar el bienestar físico y emocional de todas las personas involucradas en los procesos de atención.
Los Cuidados Centrados en el Desarrollo ha sido un enfoque de cuidado de los niños ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales que pretende cuidar el desarrollo neurológico y emocional y promover el vínculo familiar de los niños ingresados en ellas. Es decir, se trata de la aplicación de una serie de atenciones que persiguen como fin, no solo la supervivencia del neonato, si no el neurodesarrollo y creación la creación temprana del apego entre los recién nacidos y sus padres.
EL PAPEL DE LA FAMILIA EN LOS CUIDADOS CENTRADOS EN EL DESARROLLO
Durante muchos años se creyó que la forma más correcta de proteger a familias y a niños era limitar la estancia en las unidades de cuidados neonatales. Sin embargo, la introducción de esta tendencia en la asistencia ha cambiado completamente esta visión.
El entorno natural para el crecimiento y desarrollo de una recién nacido es la familia, Pero, cuando ingresan en los hospitales, se interrumpe este vínculo y los profesionales asumen la tarea de facilitar y velar porque se genere este entorno de una manera lo más natural y completa posible.
Beneficios de los Cuidados Centrados en el Desarrollo
En esta filosofía de cuidados lo que pretende es poner al niño y a la familia como centro de atención. Los procedimientos y las técnicas se quedan en un segundo aspecto, convirtiendo a los padres en el pilar fundamental del tratamiento y bienestar del niño. Los padres deben ser involucrados, no solo en los cuidados, sino también en la toma de decisiones de aquellos aspectos que estén relacionados con la salud de su hijo.
Se ha demostrado que esta forma de entender los cuidados tiene beneficios muy positivos:
- Disminución del estrés de los padres
- Disminución de las tasas de infección
- Aumento de la tasa de lactancia materna
- Incremento el peso del recién nacido
- Mayor comprensión e implicación en el tratamiento del dolor
- Refuerzo de la satisfacción en la comunicación con el niño
- Descenso de la estancia hospitalaria
- Decrece, a largo plazo, el número de reingresos
- Mejora el desarrollo cognitivo y el comportamiento del niño
- Mejora de la calidad de vida del recién nacido
Debemos entender, también, los Cuidados Centrados en el Desarrollo está en consonancia con la Carta Europea de los Niños Hospitalizados en la que se recoge el derecho fundamental de los niños hospitalizados a estar acompañado el máximo tiempo posible por su madre/padre o persona que se encargue de sus cuidados.
¿Cómo es la integración de las familias en las unidades?
La integración de las familias en las unidades debe realizarse de forma progresiva. Se debe estudiar cada caso con detenimiento según las circunstancias tanto de recién nacido como de la madre.
Es importante que los profesionales asesoren e informen en todo momento, enseñen a de contactar con el niño y les apoyen en todo momento. Poco a poco los padres irán integrándose en los cuidados, al principio con tareas más sencillas, y, poco a poco, asumiendo el papel natural como progenitores en la atención de su hijo. Además, de esta tarea de asesoramiento, los profesionales son un pilar fundamental en la salud emocional de las familias.
Las unidades han adaptado los recursos y materiales para trabajar con esta filosofía de cuidados. La integración de los padres no impide ni supone un retraso el ritmo habitual de trabajo de los profesionales. Sin embargo, las unidades deben seguir trabajando en ella y estandarizar estos procesos con el objetivo de crear protocolos y guías que permitan, todavía más, el buen desarrollo de las prácticas en presencia de las familias.
EL AMBIENTE DE LAS UNIDADES NEONATALES
Los cuidados centrados en el desarrollo no se basan simplemente en a integración de las familias. SI no que es un plan integral, dónde, por ejemplo, también se toma conciencia del ambiente generado.
La luz y el ruido son dos de los aspectos que más se cuidan. En las UCIN se emplea la luz natural, y solo se recurre a luz artificial en momentos puntuales del cuidado y para técnicas concretas. Cuando el niño va a recibir luz de forma directa, sobre todo si es muy pequeño, los profesionales protegen sus ojos para evitar posibles complicaciones en los órganos relacionados con el sentido de la vista, todavía inmaduros.
En cuanto al ruido, la mayoría de las unidades cuentan con sonómetros. Este mide el volumen y alerta cunado hay ruido excesivo perjudicial para el desarrollo neonatal. De ese modo, los profesionales y personas que conviven en los servicios de neonatología pueden modular el volumen de voz, las alarmas, monitores…
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IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN DE FAMILIAS Y PROFESIONALES PARA LOS CCD
Los padres participan en los cuidados relacionados con la salud del recién nacido. Por ese motivo, deben de tener la información y los conocimientos necesarios para que, esta toma de decisiones e implicación se realice de forma consciente y conociendo las consecuencias e implicaciones posibles.
Las unidades deben disponer de material didáctico y actividades formativas que se ajusten a las necesidades que van apareciendo a lo largo del proceso de ingreso y puedan responder a todas las preguntas que les puedan surgir.
Por otra parte, una de las principales barreras para la correcta aplicación de los Cuidados Centrados en el Desarrollo es la falta de experiencia y formación de los profesionales en esta filosofía de cuidados. Por ello, desde la propia unidad, se debe fomentar el aprendizaje continuo y explicar a aquellos profesionales que desconocen esta tendencia la importancia que tiene para el desarrollo del paciente.
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