La lactancia materna es la forma de alimentación natural y más beneficiosa en el paciente neonatal. Este alimento garantiza al recién nacido cubrir sus necesidades inmunológicas y nutritivas. Sin embargo, conseguir el objetivo de lactancia en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales supone un verdadero reto.
Muchos de los pacientes ingresados en estas unidades presentan situaciones clínicas que impiden realizar con eficacia el proceso natural de alimentación o, bien, este no es suficiente para mantener su estado de salud de forma adecuada. Es habitual, especialmente en los recién nacidos prematuros, que el sistema de succión-deglución-respiración todavía esté inmaduro o persista alguna patología que impida completar con éxito la nutrición (1,2).
Como consecuencia, diversos estudios han demostrado que existe una incidencia significativa de desnutrición en los recién nacidos hospitalizados (3,4). La malnutrición es un factor de riesgo que no solo incrementa el tiempo de hospitalización, si no que empeora la calidad de vida del paciente. Por ese motivo, uno de los cuidados más habituales en estas unidades es asegurar un adecuado soporte nutricional.
Para poder cubrir estas necesidades especiales, además de el empleo de fórmulas de enriquecimiento, existen alternativas como la instauración de sistemas de nutrición enteral o nutrición parenteral.
En este artículo, realizaremos una revisión de las indicaciones para la nutrición enteral y parenteral en neonatos con el objetivo de guiarte en la instauración de un método seguro de alimentación adecuado a las características y requerimientos de tu paciente.
- La lactancia materna es la forma de alimentación natural y más beneficiosa en el paciente neonatal, sin embargo, no siempre es efectiva o posible y deben buscarse soportes nutricionales alternativos que cubran las necesidades del paciente
- La realización de una adecuada valoración nutricional constituye el primer escalón en la atención nutricional durante la hospitalización del recién nacido. Permitirá la detección precoz de alteraciones o trastornos en las necesidades nutricionales para el establecimiento de un adecuado soporte alimenticio.
- La nutrición enteral siempre será la opción de preferencia en aquellos niños que presenten un tracto gastrointestinal funcionante cuando la nutrición oral no es suficiente y/o adecuada; quedará relegada, por tanto, la nutrición parenteral para aquellos casos en las que la función gastrointestinal se encuentre dañada de gravedad.
Si quieres completar la información, no dudes en hacer una lectura del artículo completo y descargar las infografías. ¡Adelante!
INDICACIONES PARA EL EMPLEO DE NUTRICIÓN ENTERAL O PARENTERAL
La realización de una adecuada valoración nutricional constituye el primer escalón en la atención nutricional durante la hospitalización del recién nacido. Permitirá la detección precoz – se recomienda realizarla en las primeras 24 horas de vida del neonato- de alteraciones o trastornos en las necesidades nutricionales en pacientes con:
- Malnutrición
- Riesgo de sufrir desnutrición durante su ingreso
- Problemas/patologías tratables con soporte nutricional
Una correcta valoración nutricional incluirá:
- Recopilación clínica de datos familiares y sociales; antecedentes y patologías, especialmente a nivel gastrointestinal; y encuesta/historia dietética para determinar el trastorno nutricional.
- Exploración clínica del paciente desnudo para determinar la constitución neonatal. Este examen permite discernir entre niños con una constitución delgada de aquellos que presentan una pérdida de masa corporal. De este modo, se detectarán posibles signos de malnutrición o retraso en el crecimiento.
- Valoración clínica de la talla y composición corporal del neonato. Este procedimiento evaluará el peso, talla, perímetro braquial, pliegue tricipital y graso del paciente. Estos datos permitirán el cálculo de índices que ayudarán en la clasificación del estado nutricional del paciente (puedes utilizar la siguiente infografía para ello). La valoración puede completarse con el análisis de otras variables como: patrones de crecimiento, estimación del gasto energético, parámetros bioquímicos…
Este cribado, pues, favorecerá, el establecimiento de pautas terapéuticas para la corrección de trastornos (4,5,6). Pero ¿cómo determinar que el tipo de soporte que se le ofrecerá al paciente neonatal?
La nutrición enteral siempre será la opción de preferencia en aquellos niños que presenten un tracto gastrointestinal funcionante; quedará relegada, por tanto, la nutrición parenteral para aquellos casos en las que la función gastrointestinal se encuentre dañada de gravedad.
A continuación, concretamos y definimos con exactitud en qué situaciones está indicado o desaconsejado el uso de cada una de ellas (2,3).
INDICACIONES PARA EL EMPLEO DE NUTRICIÓN ENTERAL
La nutrición enteral se define como un soporte nutricional cuyo objetivo es administrar la energía y nutrientes directamente mediante el tracto gastrointestinal. A excepción de la vía oral, se priorizará esta alternativa siempre que sea posible.
Está indicada cuando el paciente necesita un soporte nutricional individualizado al no existir o no ser suficiente la alimentación oral para cubrir sus necesidades energético-proteicas. Las principales situaciones clínicas en las que se dan estas características son (4,7):
- En pacientes prematuros o que no han desarrollado el reflejo de succión
- Pacientes con patologías neonatales asociadas a la prematuridad
- En situaciones de malnutrición primaria grave
- En pacientes con dificultades para la ingesta oral o incapacidad para la deglución
- Cuando existen patologías digestivas que limitan la función del tracto gastrointestinal en la digestión y absorción si los nutrientes son administrados por vía oral
- Cuando el paciente se encuentra en un estado hipercatabólico donde las necesidades nutricionales se encuentran aumentadas y no pueden ser cubiertas con la ingesta
- En pacientes que presentan enfermedades hemodinámicas, renales, respiratorias o hepáticas que impiden la tolerancia de la alimentación.
- En pacientes que no pueden presentar espacios prolongados de ayuno
- Respecto a momentos de transición de la nutrición parenteral a la ingesta oral
Cabe indicar que la nutrición enteral apenas presenta contraindicaciones. No se podrá establecer como soporte cuando exista una obstrucción del tracto intestinal y su funcionamiento esté incapacitado. Además, debe darse una situación de estabilidad hemodinámica para poder comenzarla.
INDICACIONES PARA EL EMPLEO DE NUTRICIÓN PARENTERAL
La nutrición parenteral consiste en la administración de nutrientes a través del empleo de un acceso venoso con la finalidad de cubrir las necesidades metabólicas del paciente. Este soporte se empleará en niños que presenten signos o riesgo de desnutrición cuando la vía oral o enteral no se encuentren disponible y se mantendrá hasta que el paciente logre tolerar la alimentación por el método enteral.
Su uso está justificado bajo las siguientes consideraciones (4,8,9,10):
- En pacientes muy prematuros (< 30 semanas de gestación) o con un peso inferior a 1000 gr.
- En pacientes desnutridos o con riesgo de desnutrición derivado de patologías secundarias
- Cuando está contraindicado el uso de la vía digestiva por anomalías gastrointestinales
- Recién nacidos con patologías digestivas derivadas de intervenciones quirúrgicas, malabsorción intestinal, alteraciones de la motilidad o con anomalías del tracto gastrointestinal que impiden la nutrición enteral.
- Pacientes que presentan enterocolitis necrosante
- Cuando existe la necesidad de reposo digestivo para aliviar alteraciones relacionadas
- Pacientes oncológicos con mucositis intensa, enteritis o trombopenia grave
- Recién nacidos con anormalidades cardiovasculares (como caquexia cardíaca)
- Neonatos que presentan patrones de insuficiencia respiratoria o displasia broncopulmonar
- Pacientes con insuficiencia hepática o renal grave
- Cuando se requiera de una alimentación a largo plazo determinada por fracaso intestinal (displasia, resección intestinal, obstrucciones crónicas), distrofia de la mucosa intestinal con malabsorción o enfermedad del Crohn que presenta restricción en el crecimiento.
Recuerda que no existe un soporte nutricional mejor que otro, si no situaciones diferentes a las que este se debe adaptar. Elige correctamente el tipo de alimentación que más se ajusta a las necesidades de tu paciente y asegúrate sus requerimientos nutricionales estén cubiertos para mejorar su estado de salud.
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BIBLIOGRAFÍA
1. M. (2015). Soluciones para el desarrollo de la alimentación en cuidados intensivos neonatales. Medela. https://www.medela.es/dam/medela-es/Breastfeeding-professionals/documents/general/NICU/soluciones-para-el-desarrollo-de-la-alimentacion-en-ucin.pdf?uuid=jcr:cf7d0680-9a71-414c-b4e9-f3bdbc4e1728
2. E.F. (2019). Nutrición enteral y parenteral. ¿Qué son y para qué sirven? EnFamilia. https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/nutricion-enteral-parenteral-que-son-para-que-sirven
3. Rellan, S., Garcia De Ribera, C., & Aragón Garcia, M. P. (2008). El recién nacido prematuro. AEPED. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/8_1.pdf
4. Lama More, R. A. (2015). Nutrición enteral en pediatría (2.a ed.). Editorial Glosa, S.L. https://www.seghnp.org/sites/default/files/2017-05/nutricion%20enteral%20en%20pediatria_2%20ed.pdf
5. Lama More, R. A. (2015). Nutrición parenteral en pediatría. Editorial Glosa, S.L https://www.seghnp.org/sites/default/files/2017-05/nutricion%20parenteral%20en%20pediatria.pdf
6. Martínez, C., & Pedrón, C. (s. f.). Valoración del estado nutricional. AEPED. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/valoracion_nutricional.pdf
7. Lama More, R. A. (s. f.). Nutrición Enteral. AEPED. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/nutricion_enteral.pdf
8. Moreno Villares, J. M., & Gutiérrez Junquera, C. (s. f.). Nutrición Parenteral. AEPED. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/parenteral.pdf
9. Hospital Son Llátzer. Nutrición parenteral en neonatos y pediatría: bases teóricas (ANX-75-FAR-1B). Govern de les Illes Balears. https://www.fundacionsigno.com/bazar/1/ANX-75-FAR-1BF_Protocolo_Nutricion_Parenteral_Neonatos_y_Pediatria.pdf
10. Uberos Fernández, J. et all (2017). Nutrición parenteral en el recién nacido prematuro de muy bajo peso. Propuesta de un protocolo de actuación tras revisión de la evidencia científica. Ergon. https://www.seneo.es/images/site/publicaciones/libros/Nutricion_parenteral.pdf
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