El tamaño sí importa: barreras asépticas a la medida del material que vamos a utilizar

Una de las principales preocupaciones de cualquier profesional sanitario es salvaguardar la salud de su paciente, por ello, está constantemente buscando la forma de que su intervención en el paciente no altere su estado. Sin embargo, su trabajo y la habitual vulnerabilidad de las personas a las que atienden, conllevan algunos riesgos de transmisión de infecciones intrahospitalarias para el paciente que se pueden evitar.

¿Cómo se pueden evitar? Las coberturas quirúrgicas, los guantes estériles, las soluciones desinfectantes, incluso los EPIS son algunas de las barreras que los equipos sanitarios utilizan para limitar la transmisión de bacterias entre sanitarios y el paciente.

Además de estas coberturas para los sanitarios que mantienen la asepsia entre profesional y paciente, también se crean barreras para los propios materiales reutilizables con los que se trabaja en cualquier hospital, como las mesas, las camas, el equipo quirúrgico, los bisturís eléctricos, los microscopios, etc. Todos estos materiales poseen coberturas especiales para poder asegurar la asepsia en las intervenciones.

Hay protocolos específicos para poder llevarlo a cabo, como el protocolo Bacteriemia Zero que se aplica, por ejemplo, en la inserción de CVC. En el apartado sobre Medidas de barrera total explica que “la adopción de barreras de máxima esterilidad (gorro, mascarilla, bata estéril, guantes estériles, paño estéril grande que cubra al paciente y funda estéril para el ecógrafo durante la inserción de CVC reduce sustancialmente la incidencia de BRC”.

paquete medidas bacteriemia

¿Por qué se producen los fallos en la asepsia si existen los protocolos?

Aunque este tipo de protocolos están extendidos entre los hospitales españoles y normalmente se cumplen a rajatabla, muchas veces son pequeños detalles los que marcan la diferencia entre una buena y una mala praxis.

Muchas veces se utilizan materiales cuyo uso recomendado no es el de generar un espacio estéril, pero se adaptan y reconvierten para crear esta barrera y que no se rompa la asepsia tan cuidada y costosa en las intervenciones. Aquí os dejamos algunos ejemplos comunes que son fáciles de identificar en muchos hospitales:

  1. Se usan tapones desechables – que no se desechan en todo el tiempo que dura la cirugía – para el cierre de las llaves de tres pasos;
  2. Se coloca esparadrapo para fijar el tubo endotraqueal;
  3. Se utilizan catéteres cortos en arterias;
  4. Se usan los cobertores de rayos para tapar equipos;
  5. El gel de ultrasonidos muchas veces se extrae de un bote no estéril para localizar y puncionar una vía central;
  6. Para cubrir la sonda del ecógrafo muchas veces se utilizan materiales inadecuados como fundas de laparoscopia, condones de ginecología, Apósitos transparentes de vías.

Todos estos usos a lo “MacGyver” del material del que disponen los profesionales suponen un riesgo para los pacientes, ya que aunque se estén intentando cumplir las medidas de asepsia, no se están haciendo de forma rigurosa.

Sin embargo, existen soluciones para el profesional que podrían evitar estos pequeños detalles que pueden acabar de un plumazo con el trabajo e implicación de muchas personas y la inversión económica realizada en el material estéril que se utiliza durante una intervención.

Identificar los riesgos para aplicar las soluciones adecuadas

Por ejemplo, ¿sabrías decir en qué cantidad de intervenciones que necesitan condiciones asépticas se utiliza un ecógrafo? Pueden ser miles a lo largo de un año en un hospital cualquiera. Sin embargo, muchas veces no se tiene en cuenta que las sondas de los ecógrafos suponen un riesgo enorme de contaminación. Al no tener este pequeño detalle en cuenta, podemos estar malgastando todo el resto de material barrera que utilicemos. Con que falle un eslabón de la cadena, las consecuencias pueden ser inmensas para el paciente y los costes altísimos para el sistema.

El uso del ecógrafo cada día está más extendido entre profesionales sanitarios de diferentes especialidades, pero no todos son conscientes de que es un equipo más y un portador de bacterias. Se usa para muchos procedimientos intervencionistas y diagnósticos. Debe ser cuidadosamente desinfectado y se debe crear una barrera a su medida para impedir que sea un instrumento que contamine nuestra esterilidad.

El uso de las fundas de las sondas de ecógrafo se ha generalizado como medida de asepsia y así lo recogen muchos de los estudios que marcan como de primera elección el ecógrafo como instrumento de apoyo en la intervención y las barreras para su uso, tal y como hemos explicado más arriba. Aunque nadie concibe el uso de la ecografía intraoperatoria sin sus medidas de asepsia correspondientes, muchas veces no se utiliza el material adecuado, la funda específica para sonda de ecógrafo.

La mayoría de los profesionales intentan cubrir las sondas de los ecógrafos con materiales derivados de otros aparatos: fundas de laparoscopia, condones de ginecología, Apósitos transparentes de vías, etc.

Una vez identificado el problema, es necesario hacer hincapié en la determinación de una cobertura para los ecógrafos, tanto para la consola como para el cable y la sonda. De hecho, el cable es un componente del ecógrafo muy olvidado y el hecho de no cubrirlo en su totalidad de forma correcta puede provocar la contaminación de nuestra cobertura aséptica, tirando cientos de € de esterilidad a la basura.

Para evitar este problema, existen fundas extralargas específicas para sonda de ecógrafo que garantizan que la totalidad del cable esté cubierto durante la intervención, evitando la contaminación del resto del material. Profesionalizar la cobertura de los aparatos que usamos en nuestros quirófanos y UCI es primordial para evitar infecciones nosocomiales, salvar vida y ahorrar recursos.

La problemática de las infecciones nosocomiales en cifras

Las infecciones nosocomiales son infecciones adquiridas durante la estancia en un hospital y que no estaban presentes ni en el período de incubación ni en el momento del ingreso del paciente. Las infecciones que ocurren más de 48h después del ingreso suelen considerarse nosocomiales.

Hoy en día, este tipo de patologías adquiridas en el hospital provocan más de 3.200 muertes al año en España, suponen un gasto de más de 800 millones de euros al año en el conjunto de la Unión Europea (UE) y aumentan en una media de 10 días el tiempo de hospitalización del paciente.

Por tanto, poner todos los recursos que sean necesarios para garantizar la asepsia en las intervenciones y frenar este tipo de infecciones no es una opción, es un deber.

  • STRONATI ET AL. NEONATAL SEPSIS: NEW PREVENTIVE STRATEGIES. MINERVA PEDIATR. 2013 FEB;65(1):103-10.
  • SOHN AH ET AL. PREVALENCE OF NOSOCOMIAL INFECTIONS IN NEONATAL INTENSIVE CARE UNIT PATIENTS: RESULTS FROM THE FIRST NATIONAL POINT-PREVALENCE SURVEY -THE JOURNAL OF PEDIATRICS. 2001/12; 139(6) : 821-827.
  • C. GEFFERS ET AL. INCIDENCE OF HEALTHCARE-ASSOCIATED INFECTIONS IN HIGH-RISK NEONATES: RESULTS FROM THE GERMAN SURVEILLANCE SYSTEM FOR VERY-LOW-BIRTHWEIGHT INFANTS. JOURNAL HOSP INFECT. 2008 MAR;68(3):214-21.
  • LEE JH. CATHETER-RELATED BLOODSTREAM INFECTIONS IN NEONATAL INTENSIVE CARE UNITS. KOREAN J. PEDIATR. 2011 SEP;54(9):363-7.

 

Javier Pérez Martínez

Delgado especialista Cuidados Intensivos y Anestesia – Emergencias – Madrid - Vygon España
  • EXPERIENCIA
Desde hace 10 años trabajo en Vygon intentado mejorar las prácticas y conocimientos de mis clientes para que esto repercuta en los pacientes. He desempeñado muchas y variadas funciones con esfuerzo e ilusión.
  • PUEDO AYUDARTE EN...
Mi trabajo es dar soluciones a las necesidades de los clientes y estar a su lado en todo momento.
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