La monitorización hemodinámica arterial es una herramienta clave en el manejo de pacientes críticos y quirúrgicos. Gracias a ella, podemos obtener datos precisos en tiempo real sobre la estabilidad hemodinámica, permitiendo una toma de decisiones rápida y eficaz.
Nadie mejor que el Dr. José Miguel Alonso Íñigo para saber esto, anestesista invitado al primer episodio del podcast “Dosis de buena onda”. Con el abordamos los aspectos esenciales de la monitorización hemodinámica para optimizar el cuidado del paciente crítico.
¿Qué encontrarás en este artículo?
- El cambio de cultura en la monitorización hemodinámica
- La complejidad de monitorizar hemodinámicamente al paciente
- Los parámetros clave para comenzar la monitorización hemodinámica
- Caso clínico real del Dr. José Miguel Alonso
En este artículo recopilamos algunos de los temas clave de la entrevista. Te invitamos a escuchar el episodio al completo haciendo clic en este link:
SOLO 1 DE CADA 3 ANESTESISTAS MONITORIZA: ¿POR QUÉ?
Hace 10 años se monitorizaba a 1 de cada 10 pacientes en Europa. Si lo comparamos con cifras del 2023, actualmente 1 de cada 3 anestesistas monitoriza. Aunque la curva es positiva, sigue existiendo una gran cantidad de profesionales que no realiza ningún tipo de monitorización hemodinámica… ¿A qué puede deberse esta barrera?
En los últimos años ha habido un cambio significativo en la forma de trabajar de los profesionales sanitarios: una tendencia hacia una menor agresividad en los procedimientos. Teniendo en cuenta que la monitorización de la onda de presión arterial requiere la canalización de una arteria, esto podría ser un factor que explicase dicha disminución.
Por otro lado, debemos reconocer que existen ciertos estudios que ponen en duda la universalización de la monitorización en pacientes quirúrgicos, recomendándolo solo a aquellos de elevado riesgo médico o procedimientos invasivos.
A la hora de analizar cifras, no debemos confundir una tendencia lógica y evolución de la medicina hacia una monitorización hemodinámica no invasiva con la ausencia de monitorización por falta de recursos o formación.
¿ES COMPLEJO MONITORIZAR HEMODINÁMICAMENTE AL PACIENTE CRÍTICO?
“Cada año se canalizan 2 millones y medio de arterias: es una barbaridad.”
Teniendo en cuenta estas cifras, debemos preguntarnos, si ya tenemos una arteria canalizada en nuestro paciente… ¿por qué no aplican un algoritmo y obtener datos hemodinámicos avanzados?
Monitorización hemodinámica: alta precisión y mínima invasividad, ¿Es posible?
¿Qué limitaciones existen a la hora de monitorizar?
El problema radica muchas veces en el tipo de monitor de contorno de pulso que tengamos, ya que la necesidad de un fungible adicional específico es un motivo de peso al aumentar en gran medida el coste del paciente. Esta necesidad de materiales específicos para la monitorización del gasto cardíaco podría influir en los resultados mencionados.
“A mayor accesibilidad de una monitorización hemodinámica avanzada mínimamente invasiva, más profesionales se adherirán y de mejor forma”.
No todo el mundo, hablando a nivel global, no sólo occidental, tiene acceso a una monitorización avanzada. Es importante destacar que la monitorización hemodinámica avanzada requiere de un esfuerzo de aprendizaje continuado, el cual, en muchas ocasiones, es difícil de adquirir.
El reto de la formación del profesional
Si queremos extender la monitorización hemodinámica a todos los profesionales, no sólo debemos pararnos a pensar en el tipo de material, sino en que es clave facilitar al clínico el aprendizaje. En el día a día del anestesista, la presión asistencial hace que necesitemos herramientas y algoritmos fácilmente aplicables. Aportar las herramientas necesarias para que la monitorización sea práctica y sencilla, facilitará el proceso de integración y ayudará a los compañeros en el trabajo clínico diario, lo que generará a su vez, un impacto en el pronóstico directo de los pacientes.
Formar a los profesionales en monitorización avanzada puede suponer un reto, ya que existe en muchas ocasiones una percepción de escasa utilidad en el empleo del análisis de contorno de pulso, especialmente en pacientes críticos. Y es que existe cierta confusión en la literatura, ya que no todos los monitores de análisis de contorno de pulso son iguales ni igualmente fiables.
“Es necesario contar con un monitor de gasto cardíaco que se anticipe y nos diga qué es lo que le está ocurriendo al paciente para permitirnos tomar las decisiones adecuadas.”
Monitorización Hemodinámica con Método P.R.A.M
EL A, B, C DE LA MONITORIZACIÓN HEMODINÁMICA
¿Qué consideraríamos el A, B, C de la monitorización hemodinámica? Es decir, ¿cuáles son los parámetros que debemos conocer para iniciarnos en monitorización hemodinámica?
La monitorización hemodinámica se inicia con una monitorización básica incluyendo el análisis del ecocardiograma, el ritmo y la presión arterial. Esta última es fundamental para conocer el estando de perfusión del paciente.
Los tres pilares, o parámetros avanzados que deberíamos conocer son:
- Flujo
- Precarga
- Poscarga
Primero debemos conocer el flujo de sangre que bombea el corazón por minuto (gasto cardíaco), nos permitirá conocer el aporte de oxígeno adecuado a los tejidos. Ese es el fin de la monitorización hemodinámica: asegurar el correcto transporte de oxígeno a las células. Aunque el flujo sea el eje central, debemos saber porqué se producen las alteraciones de este flujo (o GC).
Saber porqué faltan fluidos (parámetros de precarga), donde emplearíamos parámetros de respuesta a sobrecarga de volumen, con relación a los cambios en el gasto cardíaco o la presión arterial: variación de presión de pulso (VPP) y variación en el volumen sistólico (VVS).
También debemos conocer la carga que se impone al corazón cuando eyecta sangre hacia delante para generar flujo: la poscarga. Existe el elemento dinámico (elastancia arterial), determinado por el grado de taquicardia del paciente, y el componente estático (las resistencias vasculares sistémicas). Aunque habitualmente no se presta tanta atención a la poscarga dinámica, es importante tener ambos en cuenta.
Estos tres pilares, unidos a la presión arterial media, son la base para asegurar una correcta perfusión y el eje central de la monitorización avanzada de nuestros pacientes.
¿QUIERES VIVIR UN CASO CLÍNICO REAL CON EL DR. JOSÉ MIGUEL ALONSO?
“Si yo no llego a tener el Mostcare y carezco de los conocimientos que me aportaba del paciente… a las dos horas probablemente habría sido reintervenido por una hemorragia importante.”
En este episodio de Dosis de Buena Onda, podrás conocer la experiencia real del Dr. José Miguel Alonso… ¡No te lo pierdas!
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