En la última década, debido a las recomendaciones internacionales, la placa como método de comprobación de la punta de un PICC ha sido poco a poco descartada. La lentitud del procedimiento, la irradiación de los pacientes y su poca fiabilidad son desventajas que la han convertido en un modo no válido.
Mientras, el ECG intracavitario se ha posicionado como el método con mejor relación coste/eficacia. Su uso se ha extendido mucho en el ámbito del acceso vascular a nivel internacional por tener varias ventajas: