Revisando las prácticas durante la nutrición enteral en neonatología

Por Sara Albuixech

23 Jun, 2025

En este artículo revisaremos, paso a paso, las buenas prácticas en nutrición enteral en neonatos, una técnica fundamental en el cuidado de los recién nacidos prematuros que aún no pueden alimentarse de manera oral. Aplicar estas recomendaciones no solo mejora la eficacia de la alimentación, sino que también reduce riesgos y posibles complicaciones, favoreciendo su recuperación y desarrollo.

¿Qué encontrarás en este artículo?

  • La importancia de los Cuidados Centrados en el Desarrollo (CCD).
  • Elección y correcta colocación de la sonda nasogástrica.
  • Cómo comprobar la posición adecuada de la sonda.
  • Buenas prácticas en el uso de alargaderas.
  • Cuidados de limpieza y mantenimiento de la sonda.
  • Técnicas efectivas para una correcta fijación de la sonda.

buenas prácticas durante la nutrición enteral

En las unidades neonatales, la alimentación mediante sonda nasogástrica (SNG) es una intervención frecuente, especialmente en recién nacidos prematuros que, debido a su inmadurez, aún no han desarrollado de forma completa el reflejo de succión y deglución.

Sin embargo, que se trate de una práctica habitual no garantiza que siempre se lleve a cabo de forma correcta o segura. En ocasiones, la rutina diaria o la falta de actualización de conocimientos pueden hacer que ciertos aspectos fundamentales pasen desapercibidos. Esto es especialmente delicado si se considera que una técnica inapropiada puede derivar en complicaciones graves que comprometan la salud e incluso la vida del recién nacido, así como la frustración del propio profesional.

Como profesionales de la salud, resulta vital abordar aquellas buenas prácticas esenciales que contribuyen a garantizar una nutrición enteral segura, eficaz y respetuosa con las necesidades específicas de los neonatos, evitando así riesgos innecesarios y mejorando su pronóstico.

A continuación, te dejamos con seis prácticas que debes tener en cuenta para asegurar el éxito en el proceso completo de la nutrición enteral:

1. Introducir los CCD en el proceso de nutrición enteral

En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), el entorno en el que se realiza la nutrición enteral es un elemento clave que influye en el bienestar y el desarrollo del recién nacido. Los Cuidados Centrados en el Desarrollo (CCD) no solo implican la integración activa de las familias, sino también la creación de un ambiente físico adecuado: control de la luz para proteger los órganos visuales inmaduros, uso de sonómetros para regular el ruido y prevención del exceso de estímulos que puedan afectar negativamente al neonato. Todo esto repercute en la estabilidad general del paciente, condición necesaria para una alimentación segura y eficaz.

Cuidados centrados en el desarrollo: una herramienta para aumentar la seguridad neonatal en las UCIN

Además, los CCD sitúan a la familia como eje fundamental del proceso asistencial, promoviendo su participación tanto en los cuidados diarios como en la toma de decisiones relacionadas con la salud de su hijo, incluida la nutrición enteral. Esta forma de entender la atención ha demostrado múltiples beneficios que pueden tener un impacto positivo también en el soporte nutricional:

  • Disminución del estrés de los padres
  • Aumento de la tasa de lactancia materna
  • Incremento del peso del recién nacido
  • Mejora de la calidad de vida del neonato
  • Reducción de la estancia hospitalaria

Descarga la guía de nutrición enteral en bebés prematuros

2. Colocación de la sonda

Una de las claves para garantizar la seguridad y eficacia de la nutrición enteral en neonatos es la correcta elección del dispositivo. Es fundamental utilizar sistemas específicos para esta población, que sean seguros, precisos y adaptados al pequeño tamaño de los pacientes. En este sentido, la tecnología Nutrisafe2 representa una solución diseñada para neonatos, con conexiones exclusivas para nutrición enteral que evitan errores de administración y reducen el riesgo de infecciones o complicaciones derivadas del uso de dispositivos no apropiados.

El material de la sonda también debe seleccionarse cuidadosamente. Las sondas de silicona son recomendadas en recién nacidos de muy bajo peso por su flexibilidad, biocompatibilidad y duración prolongada, mientras que las de poliuretano (PUR) se utilizan en neonatos de mayor peso para periodos de uso más corto. En casos concretos, como la necesidad de nutrición transpiloral por reflujo intenso o residuos gástricos, se emplean sondas especiales con punta lastrada que facilitan su correcta ubicación.

Por último, es imprescindible asegurar una medición adecuada de la longitud a insertar. La referencia recomendada es el método NEMU (Nose-Earlobe-Mid Umbilicus), que permite calcular con exactitud la distancia necesaria para una colocación correcta de la sonda gástrica, minimizando el riesgo de lesiones o mala localización. Este procedimiento sencillo pero esencial garantiza la eficacia de la nutrición enteral y previene complicaciones asociadas a una colocación incorrecta.

3. COMPROBACIÓN DE LA POSICIÓN DE LA SONDA

Garantizar que la sonda nasogástrica esté correctamente colocada es vital para la seguridad del neonato durante la nutrición enteral, ya que una ubicación inadecuada puede provocar complicaciones graves, como la aspiración pulmonar.

El método clásico de insuflar aire con una jeringa mientras se ausculta el epigastrio no es recomendable en neonatos. No solo es poco fiable para confirmar la posición correcta, sino que además puede generar distensión gástrica, un efecto perjudicial especialmente en prematuros. Por ello, la comprobación debe realizarse con atención en los siguientes momentos clave, según la Guía para la administración y cuidados de la nutrición enteral a través de sonda nasogástrica:

  • De forma rutinaria, antes de cada administración o al menos una o dos veces al día si la alimentación es continua
  • Tras episodios de tos, vómitos o arcadas
  • Cuando se observan signos de dificultad respiratoria
  • Si el neonato presenta molestias o reflujo de alimento por la boca o la nariz

Para confirmar la posición correcta, la técnica más fiable es la medición del pH del contenido aspirado de la sonda:

  • Se extrae suavemente una pequeña cantidad de jugo gástrico con una jeringa.
  • Se aplica el líquido en una tira colorimétrica para medir el pH.
  • Un pH inferior a 5,5 indica que la sonda está en el estómago, asegurando una localización segura para comenzar la alimentación.

Cabe destacar que esta técnica puede no ser válida en neonatos que reciban inhibidores de la secreción gástrica, ya que alteran la acidez del contenido gástrico. En definitiva, combinar la observación clínica con la medición del pH garantiza una comprobación segura y efectiva de la posición de la sonda, evitando riesgos innecesarios y favoreciendo una nutrición enteral adecuada.

4. CAMBIO DE ALARGADERA EN CADA TOMA

Una de las buenas prácticas clave en nutrición enteral es el cambio de la alargadera en cada toma, en lugar de lavarla o reutilizarla. Aunque tradicionalmente se ha intentado lavar la alargadera con agua destilada para su reutilización, esta práctica no está exenta de riesgos:

  • El lavado con agua destilada puede favorecer diarrea y deshidratación por su hipotonicidad, especialmente en prematuros.
  • La cantidad de agua empleada para el lavado puede suponer un volumen extra significativo en neonatos con alimentación trófica, alterando el balance hídrico.
  • No existen pruebas concluyentes de que esta limpieza prevenga obstrucciones de la sonda o reduzca complicaciones.

Por estos motivos, la sustitución de la alargadera en cada toma es la opción más segura, ya que minimiza el riesgo de contaminación e infecciones, asegura una administración correcta de la nutrición y evita manipulaciones innecesarias del sistema. Aplicar esta medida es una forma sencilla y eficaz de garantizar la seguridad y la calidad en la nutrición enteral de los pacientes neonatales.

5. LIMPIEZA DE LAS SONDAS EN NUTRICIÓN ENTERAL

El cuidado diario de la zona nasal es fundamental para evitar complicaciones locales en neonatos portadores de sonda nasogástrica. Es recomendable limpiar las fosas nasales a diario con una gasa o bastoncillo humedecido y utilizar suero fisiológico si hay muchas secreciones, con el objetivo de prevenir obstrucciones e infecciones locales.

La oclusión de sondas es una complicación frecuente que puede prevenirse con una rutina adecuada de cuidados. Es importante utilizar la sonda del calibre indicado, considerando que las de menor tamaño son más confortables, pero se obstruyen con mayor facilidad. Las fórmulas con fibra aumentan el riesgo de obstrucción y precisan limpiezas más frecuentes. Se debe lavar la sonda antes y después de la administración intermitente de alimento, o cada 4 horas en caso de nutrición continua, así como antes y después de cada medicación o, si no se usa, una o dos veces al día. Para ello, se recomienda instilar de 3 a 5 ml de agua tibia para arrastrar restos de fórmula. Además, deben evitarse bebidas carbonatadas, ya que favorecen la formación de grumos.

Recomendaciones clave

  • Limpiar las fosas nasales diariamente para prevenir obstrucciones e infecciones locales.
  • Utilizar apósitos de espuma con silicona para mejorar la fijación y proteger la piel.
  • Evitar tirones accidentales de la sonda para prevenir lesiones cutáneas.
  • Lavar la sonda con agua tibia antes y después de cada toma, de cada medicación o cada 4 horas si la nutrición es continua.
  • Elegir el calibre adecuado de la sonda según indicación hospitalaria.
  • No administrar bebidas carbonatadas junto con la nutrición para evitar obstrucciones.

6. correcta fijación de la sonda

Un sistema de fijación adecuado es esencial para evitar la extracción accidental de la sonda, una complicación frecuente que puede interrumpir la nutrición enteral y dañar la mucosa nasal; así como disminuir los posibles daños que puedan ocasionarse en la piel.

Sistemas comparados:

  • Esparadrapo en forma de “H” con apósito hidrocoloide:
    • Se coloca una tira en la nariz o labio superior y otra alrededor de la sonda;
    • El apósito hidrocoloide en la mejilla protege la piel y facilita una mejor distribución de la presión;
    • Una marca secundaria con esparadrapo permite comprobar visualmente desplazamientos;
    • Se documentan calibre, punto de inserción y longitud insertada
  • Sistema con cierre de velcro e hidrocoloide:
    • Incorpora un apósito hidrocoloide que protege la piel del neonato
    • El cierre de velcro permite reubicar la sonda y limpiar el dispositivo sin retirarlo, reduciendo el riesgo de irritación cutánea

Recomendaciones prácticas:

  • Utilizar un apósito hidrocoloide como base para proteger la piel sensible.
  • Fijar la sonda con esparadrapo en forma de H o bien con dispositivos con velcro para facilitar ajustes sin retirar adhesivos ni irritar la piel.
  • Añadir una segunda marca adhesiva a 1 cm de la original para detectar desplazamientos.
  • Registrar en la gráfica clínica el tipo de fijación, el calibre y los centímetros insertados.

También te puede interesar… Comparativa de sistemas de fijación de sonda en neonatos

Aplicar buenas prácticas en la nutrición enteral neonatal es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los recién nacidos. Si quieres que te ayudemos a revisar y mejorar el protocolo de nutrición enteral de tu unidad, no dudes en escribirnos a comunicacion@vygon.com o completar este formulario.

bibliografía

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Malek, H. (2018). ENFit un sistema incompatible con la seguridad neonatal. Revisado el 22 Septiembre 2020, en https://campusvygon.com/enfit-no-seguro-neonatos/

World Health Organization. World Alliance for Patient Safety. Avoiding catheter and tubing mis-connections. Patient Safety Solutions. Solution 7. May 2007.

Gómez López, L., Pedrón Giner, C., & Martínez Costa, C. (2013). Guía para la administración y los cuidados de la nutrición enteral a través de sonda nasogástrica. Editorial Glosa, S.L.

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