Cuando pensamos en realizar una monitorización hemodinámica avanzada por primera vez, hay dos miedos principales que pueden surgir en la mente del profesional sanitario:
- Es demasiado complejo.
- Es demasiado caro.
Estos mitos han limitado la adopción de tecnologías que podrían mejorar la seguridad y los resultados en pacientes de alto riesgo quirúrgico. ¿Es realmente tan costoso y complejo monitorizar al paciente crítico?
En este artículo te contamos las claves para democratizar la monitorización del gasto cardíaco.
¿Qué necesitamos realmente para una monitorización de la presión arterial mínimamente invasiva?
La canalización de la arteria radial es el único procedimiento necesario para poder monitorizar de forma avanzada a nuestro paciente.
¿Lo mejor de todo? Que, al canalizar la arteria para poder ver los datos en el monitor de cabecera, no es necesario que realicemos ningún otro procedimiento en el paciente.
Por ello, los elementos imprescindible para monitorizar la presión arterial invasiva son 5:
- Catéter arterial
- Transductor de presión
- Dispositivo de lavado de flujo
- Interfase
- Cable al monitor de cabecera

Y cuando queremos conseguir datos avanzados, simplemente debemos añadir un paso más:
6. Cable al monitor de gasto cardíaco

Parece sencillo, ¿verdad?
Sin embargo, no todos los monitores de gasto cardíaco se limitan a utilizar este sistema. En muchos casos, requieren de un fungible específico, que solo sirve en ese monitor de gasto cardíaco y sin el cual es sistema no funcionará.
¿Y qué importancia tienen estos dos añadidos en el profesional? Mucha más de la que podamos pensar en un inicio.
La pieza que lo complica todo: el fungible cautivo
En muchos hospitales, cada servicio tiene su propio monitor de gasto cardíaco. Sin embargo, gran parte de estos sistemas dependen de un consumible exclusivo —el llamado fungible cautivo— que actúa como puente entre el monitor y el paciente.
¿El problema? Cuanto más monitorizas, más gastas. Y si ese fungible falla o no está disponible, el sistema se detiene. Es más, se trata de monitores de gasto cardíaco que solo funcionan con ese fungible específico. Esto no solo puede aumentar los costes, sino que genera una dependencia.
La solución: integrar, no adaptar
El objetivo es claro: democratizar la monitorización hemodinámica. La dependencia de fungibles cautivos y transductores de presión dedicados, se opone a las tendencias de sostenibilidad y accesibilidad en monitorización hemodinámica.

Tal y como explica el Dr. Frédéric Michard, en diferentes artículos y publicaciones, hay muchos motivos por los que debemos luchar por hacer la monitorización accesible y sostenible.
Reducción del impacto medioambiental
Muchos sistemas de análisis de onda de pulso requieren transductores de presión dedicados, que generalmente son más grandes, incluyen dos cables y más plástico que un transductor estándar. En otras palabras, los fungibles específicos son caros y suponen una barrera para la adopción generalizada.
Sin embargo, adoptar “técnicas verdes”, es decir, que funcionan con transductores estándar, implica una reducción significativa de la huella de carbono y el desperdicio de plástico. Una estimación en Europa sugirió lo siguiente acerca de eliminar los fungibles específicos:
“Las técnicas verdes podrían disminuir el desperdicio de plástico y las emisiones de dióxido de carbono en 300 y 1.000 toneladas por año, respectivamente”
Menos fungibles significa menos material desechable, lo que contribuye a la sostenibilidad y disminuye la huella ambiental del hospital.

Mayor rentabilidad y accesibilidad
Evitar fungibles específicos también tiene un impacto directo en los hospitales, ya que los costes de un equipo de monitorización hemodinámica son percibidos como una fuerte barrera para su adopción hospitalaria.
De hecho, se ha demostrado que son la falta de disponibilidad y el elevado precio, las razones principales por las que muchos profesionales que desean monitorizar el gasto cardíaco en pacientes de alto riesgo, no lo hacen.
Las técnicas verdes son muchos menos costosas y han demostrado un potencial de ahorro significativo:
- Un estudio en Francia estimó un ahorro anual de 67 millones de euros.
- Una evaluación europea sugirió ahorros anuales que oscilan entre 300 millones y 1.2 mil millones de euros, atribuyendo este amplio rango a la gran variabilidad en los costos de los transductores entre países.
Es decir, prescindir de fungibles específicos fungibles podría ahorrar entre 300 millones y 1.200 millones de euros al año. Al eliminar la dependencia de un fungible específico, se reduce el coste por procedimiento y se optimiza el presupuesto hospitalario.
En otras palabras: cuanto más monitorizas, más rentable se vuelve la inversión. Sin fungibles cautivos, la monitorización deja de ser un lujo y se convierte en una herramienta accesible y sostenible.
Mejora de la calidad y continuidad asistencial
Si el monitor de gasto cardíaco depende de un transductor exclusivo, cualquier problema de suministro (retrasos, desabastecimiento) puede impedir su uso. Por ello, optar por un sistema sin fungibles específicos asegura que el equipo esté siempre disponible para pacientes críticos.
Aumento de la compatibilidad y flexibilidad
Aquellos equipos que no requieren un modelo específico de fungible son más compatibles con diferentes catéteres o sensores estándar. Esto facilita la integración en distintos entornos clínicos sin obligar a cambiar protocolos o prácticas habituales en el hospital.
Por un futuro GREEN
Tener un monitor de gasto cardíaco que requiere un fungible específico y un módulo adicional es un arma de doble filo. La inversión inicial puede ser menor, pero los costes recurrentes y dependencia forzada lo harán insostenible en el largo plazo.
Con un fungible asociado, cuanto más monitorizas, más gastas. Sin fungibles cautivos, haces más rentable la inversión en monitorización hemodinámica.
Sigue aumentando tus conocimientos sobre monitorización hemodinámica en la formación online: VYHEMDAYS 2025. EXCELENCIA EN LA MONITORIZACIÓN HEMODINÁMICA.
Bibliografía
Michard, F., Teles Correia, M. D., Nacul, F. E., & Quintão, V. C. (2025). Going green for perioperative hemodynamic monitoring: a golden opportunity for middle-income countries. Critical care science, 37, e20250379. https://doi.org/10.62675/2965-2774.20250379





0 comentarios