En el ámbito hospitalario, la mejora continua es esencial para proporcionar una atención de calidad. Un excelente ejemplo de ello es la experiencia del equipo de acceso vascular del Hospital de Barcelona.
Mercè Espases, referente del grupo ETI del hospital, nos comparte su experiencia y cómo la introducción del catéter midline ha contribuido significativamente a mejorar la satisfacción tanto del personal sanitario como de los pacientes.
Los Primeros Pasos y la Consolidación del Equipo
El Hospital de Barcelona, con sus 300 camas, inició en 2018 la creación de su equipo de acceso vascular. Durante su introducción hubo algunas resistencias y fue percibido por el personal de enfermería como una “invasión” a sus competencias tradicionales.
El impulso llegó con la pandemia de COVID-19, la cual supuso un punto de inflexión.
La Pandemia del COVID-19: Un Impulso Inesperado
Durante la pandemia por Covid-19 nos encontramos en una situación donde los recursos eran escasos y la necesidad de un acceso venoso eficiente era crítica. En este contexto, el equipo de acceso vascular ya tenía experiencia en el uso del ecógrafo para la cateterización por lo que estaban preparados para responder a la precisión y seguridad extremas que la crisis sanitaria exigía.