En el ámbito hospitalario, garantizar un acceso venoso seguro y duradero, especialmente en aquellos pacientes más frágiles, es esencial para asegurar un tratamiento eficaz. En este contexto, los catéteres de línea media son una solución factible y segura. Sin embargo, al igual que cualquier otro dispositivo, puede no estar exenta de riesgos.
Complicaciones como trombosis, infecciones y obstrucciones pueden ocurrir, afectando la eficacia del tratamiento y la seguridad del paciente. A pesar de estos desafíos, es posible minimizar estos riesgos mediante estrategias preventivas y un manejo adecuado del dispositivo.