Soy Marta Villarino y dirijo el departamento de Responsabilidad Social Empresarial y Medio Ambiente de Vygon. Pero sobretodo, soy una mujer que lleva años trabajando en cargos de responsabilidad en departamentos de recursos humanos y gestión de personas en distintas empresas, por lo que la conciliación laboral y familiar es una de mis obsesiones.
Creo que pongo voz a muchas mujeres cuando digo que en los primeros años de carrera profesional, es difícil encontrar una discriminación frente a otros compañeros. Sin embargo, cuando algunas mujeres – he podido hablar de esto con amigas y compañeras que trabajan en empresas de distinto tamaño y sector -, quieren tener hijos, la cosa se complica. No es raro escuchar frases como:
- «Vas a tirar por la borda tu carrera profesional»
- «Qué mal momento para quedarte embarazada… ¡con el trabajo que tenemos!»
- «Yo pensaba que tenías más ambición»
Por todas esas mujeres escribo hoy este artículo. Por las que se han tenido que enfrentar a millones de obstaculos por querer compaginar la maternidad con su vida profesional. Y lo escribo inspirada por la iniciativa llevada a cabo por el «Club Malas madres» el pasado domingo 7 de octubre, la «1ª Carrera de Obstáculos Yo No Renuncio».
La carrera contaba con 13 obstáculos que simbolizaban todas aquellas barreras con las que se encuentran los progenitores, especialmente las mujeres, cuando quieren cuidar y ver crecer a sus hijos y a la vez desarrollar una carrera profesional.
Conciliación: 13 obstáculos que hay que derribar
- La carga mental.
- El trabajo invisible.
- Las medidas de conciliación actuales.
- La falta de corresponsabilidad.
- Las excusas para ser un equipo en casa.
- La ausencia de tiempo libre.
- La ausencia de medidas adaptadas a las familias.
- Los horarios de las jornadas laborales.
- La presión por ser «superwoman».
- El techo de cristal.
- El sentimiento de culpa.
- El peso de la educación en el hogar.
- La falta de compromiso social.
Aunque la iniciativa surgió en la localidad madrileña de Alcobendas, rápidamente tuvo replicas en diversas ciudades españolas como Burgos, Málaga, San Sebastián, entre otras, también extranjeras, siendo la más importante la celebrada en Londres. Iniciativa a la que cada vez se adhiere un mayor número de empresas.
Hombres y mujeres queremos, deseamos y necesitamos desarrollar nuestras capacidades profesionales; pero, sin renunciar a disfrutar nuestro merecido tiempo de ocio y, sobre todo, vida familiar. Es por tanto una necesidad vital la creación de estructuras laborales que permitan un equilibrio armónico entre la vida laboral y familiar, siendo el trabajo un camino para vivir, no un objetivo. Tanto la vida personal como la profesional influyen una en la otra, la realización personal repercutirá en un mayor rendimiento laboral, al igual que a la inversa.
Este objetivo, anhelado en otro tiempo, en la actualidad es un derecho reconocido y a la vez necesario, siendo, según «Randstad Employer Brand Research 2018» uno de los factores más valorados a la hora de elegir la empresa donde trabajar, según se recoge en su último informe anual, llevado a cabo en más de veintiséis países.
Esta iniciativa me ha encantado porque en la empresa en la que trabajo ahora tenemos un compromiso muy serio con la conciliación familiar y empresarial. De hecho, formamos parte de la Fundación Másfamilia, un grupo de Empresas Familiarmente Responsables.
Formar parte de esta familia nos compromete a establecer medidas basadas en una metodología sencilla y eficaz para posibilitar los procesos de conciliación en las empresas. Se trata de un modelo de gestión de tercera parte, basado en la mejora continua. Contamos con el Sello EFR, que también han obtenido otras más de 550 entidades que apuestan, como nosotros, por una empresa con empleados felices.
Para cumplir con los requisitos y estándares que nos marcamos como Empresa Familiarmente Responsable, me encargo de escuchar las demandas de mis compañeros y compañeras, y luego generar medidas de conciliación familiar. Me esfuerzo a diario para que nadie en mi empresa sufra una situación tan desagradable como las descritas en la primera parte del artículo.
Hoy en día disfrutamos de más de 100 medidas que van más allá de las previstas en las leyes laborales. Podemos acompañar a nuestros mayores, a nuestros hijos y a nuestras mascotas para sus pruebas médicas. Todo ello disfrutando de una flexibilidad laboral máxima en un entorno de trabajo único: el Edificio Optimista (¡estas invitad@ a visitarnos cuando quieras!).
Aún nos queda un largo camino por recorrer como sociedad, pero es nuestro deber fomentar y divulgar que el cambio es posible. Yo también soy una «Mala madre». ¿Y tú?
Si quieres saber más sobre:
- Nuestras medidas de conciliación entre la vida familiar y laboral
- La historia de Marta Villarino, nuestra responsable de RSE y Medio Ambiente
- La «I Carrera de Obstaculos Yo no renuncio»
- O cualquier otro tema relacionado…
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