Las malas prácticas en la gestión del catéter midline son una causa frecuente de complicaciones tanto tempranas como tardías. Estas complicaciones no solo afectan la eficacia del tratamiento, sino que también pueden generar incomodidad y preocupación en los pacientes.
A continuación, analizaremos los errores más comunes en la gestión del catéter midline para poder identificarlos precozmente e, incluso, evitar que se produzcan.
Errores en la gestión del sangrado
Durante la inserción de un catéter se lleva a cabo una técnica que implica traumatismo, resultado de la punción y dilatación, lo cual puede dar lugar a sangrado precoz, tardío o persistente si no se maneja adecuadamente.
Si las medidas preventivas no se aplican de manera efectiva y el estado de coagulación del paciente no es óptimo, el riesgo de sangrado aumenta significativamente. Esto puede resultar en un punto de inserción que no cicatriza correctamente, favoreciendo la humedad recurrente que, a su vez, promueve la proliferación de microorganismos.
Además, una gestión inadecuada del sangrado también puede impactar en la eficacia a largo plazo del catéter midline, comprometiendo su funcionalidad. Todo ello, añadido a la incomodidad del paciente.
Los errores en la gestión del sangrado incluyen:
- Aplicación de apósitos sin compresión previa: aplicar un apósito de gasa directamente sobre el punto de inserción sin realizar una compresión previa adecuada no detendrá el sangrado y, por consiguiente, se requerirán cambios constantes del apósito, lo que aumenta el riesgo de manipulación del catéter y posibles infecciones.
- Recambios de apósito demasiado frecuentes: como consecuencia del punto anterior, se producirá un recambio del apósito más frecuente, lo que conlleva un aumento en la manipulación del catéter con el riesgo de infección.
- Falta de medidas preventivas: hay ocasiones en las que no se implementan estrategias preventivas para evitar la formación de sangrado o su recurrencia, por ejemplo, una dilatación excesiva del punto.
Recomendaciones para la Gestión del Sangrado
Para gestionar y prevenir eficazmente el sangrado, es esencial seguir las recomendaciones de las guías de práctica clínica sobre acceso vascular.
Recomendaciones INS sobre la cura del catéter:
- Utilización de apósitos transparentes semipermeables: apósitos permiten una mejor visualización del punto de inserción y reducen la necesidad de cambios frecuentes.
Recomendaciones GaVeCeLT sobre el sangrado:
- Aplicación de apósitos de gasa estéril en caso de sangrado: en presencia de sangrado, se debe optar por apósitos de gasa estéril y considerar el uso de dispositivos adicionales como el disco de clorhexidina o apósitos hemostáticos.
- Minimizar el uso de bisturí: evitar o reducir el uso del bisturí puede disminuir el trauma en el tejido y, por ende, el riesgo de sangrado. El manual de GaVeCeLT considera el uso de catéteres de reverse tapering o cono invertido para reducir la problemática, no obstante, esta solución supone un aumento en el calibre del catéter por lo que será importante evaluar adecuadamente la vena para asegurar que el calibre del catéter no exceda lo recomendado en relación con el tamaño de la vena, evitando así complicaciones relacionadas con una ratio vena-catéter inapropiado.
- Aplicación de pegamento tisular (cianocrilato): Este método ha demostrado ser coste-efectivo para prevenir y controlar el sangrado, siempre y cuando se aplique después de realizar una compresión manual adecuada.
- Equipo de acceso vascular: contar con un equipo de acceso vascular nos permitiría realizar una técnica más experta y, por tanto, menos traumática.
Errores en la introducción del dilatador
La introducción del dilatador es otro punto crítico en la gestión del catéter midline. Para abordar esta complicación nos centraremos en la técnica Seldinger. Aunque se trata de un procedimiento común, es crucial realizar la dilatación de manera correcta para evitar complicaciones.
Algunos errores son:
- No rotar el dilatador.
- No fijar la zona.
- No considerar el ángulo de introducción.
- Forzar demasiado antes de detectar el impedimento para introducir el dilatador.
Recomendaciones para la introducción del dilatador
Para una correcta introducción del dilatador y minimizar el trauma, existen algunas recomendaciones que podemos poner en práctica:
- Tensar la piel alrededor del punto de inserción antes de la introducción. Esto proporciona firmeza y facilita la entrada del dilatador.
- Rotar el dilatador durante la introducción. Esta técnica ayuda a avanzar el dilatador suavemente y sin obstrucciones.
- Mantener el ángulo de introducción adecuado. Es esencial que el ángulo coincida con el trayecto de la guía para evitar cualquier resistencia.
- Movilizar la guía en caso de resistencia. Si se percibe resistencia, es recomendable mover la guía unos centímetros hacia atrás para verificar que no esté obstruida.
Como hemos visto, la correcta gestión del catéter midline requiere una combinación de técnicas adecuadas y medidas preventivas que nos permitirán reducir significativamente las complicaciones y garantizar la seguridad del paciente y el éxito de la técnica.
0 comentarios