¿Cada cuánto cambiar un dispositivo? 10 complicaciones que debes conocer

Por lunalopez

16 Jun, 2025

“¿Cuántas veces te has preguntado si ese catéter debía seguir colocado un día más? En el entorno hospitalario, cada elección que tomamos cuenta. Elegir mantener o cambiar un dispositivo puede marcar la diferencia entre prevenir una infección o provocar una complicación grave.” 

Las unidades de cuidados intensivos son escenarios exigentes y complejos, donde se atiende a pacientes frágiles y cada decisión tiene un impacto directo en su evolución. 

En medio de la presión asistencial, la rotación del personal y la gran cantidad de material disponible; no siempre es fácil saber cuándo ha llegado el momento de retirar o cambiar un dispositivo. A veces seguimos haciendo lo mismo “porque siempre se ha hecho así”, otras veces por falta de protocolos claros. Pero esa incertidumbre puede traducirse en complicaciones evitables. 
Este artículo quiere ayudarte a resolver esa duda que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿Hasta cuándo puedo dejar este dispositivo? Aquí encontrarás una guía práctica, basada en la evidencia, que te permitirá tomar decisiones más seguras y fundamentadas en tu día a día. 

UN RECORRIDO ASISTENCIAL COMPLEJO 

En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), la utilización de dispositivos invasivos es esencial para la monitorización y tratamiento de pacientes. Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede incrementar el riesgo de infecciones asociadas a dispositivos, como bacteriemias, neumonías o infecciones urinarias, que afectan negativamente a la evolución y seguridad del paciente (1, 2).  

Con frecuencia, muchos pacientes siguen un recorrido asistencial complejo que abarca diferentes niveles de atención: ingreso por Urgencias, paso (o no) por UCI y/o quirófano, continuación en Hospitalización y, en algunos casos, Hospitalización a Domicilio (HADO). Durante este recorrido se utilizan dispositivos como sondas, catéteres venosos periféricos o centrales, drenajes, cánulas, entre otros, que requieren una monitorización y un seguimiento estandarizado y continuo para garantizar la seguridad del paciente y prevenir complicaciones.  

Por ello y para abordar esta problemática, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) desarrolló los conocidos Proyectos Zero, un conjunto de iniciativas dirigidas a la prevención de infecciones relacionadas con dispositivos. Estos proyectos — Bacteriemia Zero, Neumonía Zero, Resistencia Zero e ITU-Zero — establecen así, medidas específicas y protocolos basados en la evidencia para la indicación, inserción, mantenimiento y cambio de equipos médicos invasivos (3, 4).  

La implementación de estos proyectos ha demostrado una reducción significativa de las infecciones nosocomiales y la mejora en la seguridad del paciente, subrayando la importancia de respetar los tiempos recomendados de duración y reemplazo de dispositivos. Así, conocer y aplicar estas recomendaciones es fundamental para optimizar la atención y minimizar complicaciones en pacientes críticos (5).  

10 COMPLICACIONES FRECUENTES 

Las complicaciones más frecuentes que podemos encontrar asociadas a dispositivos según Proyectos Zero son las siguientes: (4)  

Infecciones relacionadas con dispositivos invasivos (IRDI):  

  • Infección de catéter venoso central (CVC): bacteriemias asociadas a catéteres centrales por manejo inadecuado o falta de asepsia.  
  • Infección de catéter venoso periférico: flebitis, infección local o bacteriemia por mala manipulación o permanencia prolongada.  
  • Infección urinaria asociada a sondas vesicales (ITU-SS): infección del tracto urinario causada por sondas retenidas más tiempo del necesario o mala técnica en inserción y mantenimiento.  
  • Neumonía asociada a ventilación mecánica (NAVM): infecciones pulmonares en pacientes con ventilación mecánica debido a mala higiene de los circuitos o técnica incorrecta en el manejo del tubo endotraqueal o cánula traqueal.  

Complicaciones mecánicas 

  • Obstrucción o malfuncionamiento del dispositivo.  
  • Desplazamiento o extracción accidental.  
  • Lesiones tisulares o vasculares por inserción incorrecta.  

Otras complicaciones

  • Trombosis y tromboflebitis: formación de coágulos alrededor del catéter por permanencia prolongada o técnicas deficientes.  
  • Dolor y malestar: asociado a inserción inadecuada o mantenimiento deficiente.  
  • Complicaciones en la retirada: retiro tardío o incorrecto que puede causar sangrado o daño tisular.  

¿CÓMO PODEMOS MINIMIZAR LOS RIESGOS? 

Si nos basamos en las medidas clave de Proyectos Zero para minimizar riesgos (4), hay 5 acciones clave que debemos realizar: 

  1. Aplicar técnicas de inserción asépticas y estandarizadas.  
  2. Monitorizar diariamente la necesidad y estado del dispositivo.  
  3. Mantener registros precisos y comunicación efectiva entre los miembros del equipo.  
  4. Retirar los dispositivos lo antes posible cuando ya no sean necesarios.  
  5. Formación continua del personal en manejo seguro de dispositivos.  

La vigilancia estricta y la adherencia a protocolos para la duración y el reemplazo de los dispositivos contribuyen directamente a la seguridad del paciente y a la calidad de la atención sanitaria. Es decir, una recopilación clara y actualizada de los tiempos recomendados para la duración y el cambio de estos equipos nos permite tomar decisiones basadas en evidencia y promueve un uso racional de los recursos.  

¿CADA CUÁNTO TIEMPO DEBO CAMBIAR MI DISPOSITIVO? 

En esta tabla recogemos el tiempo recomendado de duración y/o el intervalo para el cambio de diversos equipos y sistemas médicos, basándose en las guías y recomendaciones vigentes.  

Es importante destacar que estos tiempos son orientativos y pueden variar según los protocolos específicos de cada centro hospitalario, las indicaciones del fabricante, así como las condiciones clínicas particulares de cada paciente.  

Tabla 1. Duración y cambio de equipos/sistemas según recomendaciones. 

Además, debemos tener en cuenta de que, en caso de rotura, suciedad o presencia de signos de infección, se procederá al cambio inmediato del dispositivo, independientemente del tiempo de uso recomendado.  

La decisión de mantener, retirar o cambiar un dispositivo debe basarse en la evaluación clínica diaria, el estado del sitio de inserción, la funcionalidad del dispositivo y la presencia de signos de complicación, y no únicamente en un criterio temporal fijo.  

CONSTRUIR UNA CULTURA CLÍNICA QUE NOS PERMITA REFLEXIONAR 

El sentido común clínico y la evaluación diaria sistemática nos permiten un uso más seguro, racional y eficiente de los dispositivos. La permanencia de estos más tiempo del necesario aumenta las complicaciones, el malestar del paciente y costes. Más allá de memorizar intervalos, debemos desarrollar una cultura clínica donde creemos un espacio para preguntarnos cada día: ¿Este dispositivo sigue siendo útil? ¿Cuándo fue la última vez que lo cambiamos? 

Por ello, esta aproximación individualizada y basada en la evidencia, no pretende ser una norma rígida, sino una herramienta que te ayude a tomar decisiones más seguras en tu práctica diaria. Porque mejorar la seguridad del paciente no siempre requiere grandes gestos: a veces, empieza por retirar a tiempo un catéter. 

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BIBLIOGRAFÍA 

  1. Vincent JL, Rello J, Marshall J, Silva E, Anzueto A, Martin CD, et al. International study of the prevalence and outcomes of infection in intensive care units. JAMA. 2009 Dec 2;302(21):2323-9. doi:10.1001/jama.2009.1754.  
  2. Kollef MH. Prevention of hospital-associated pneumonia and ventilator-associated pneumonia. Crit Care Med. 2004 Jun;32(6):1396-1405. doi:10.1097/01.CCM.0000122233.04501.C1.  
  3. Aguilera Á, Añón JM, Balseiro M, et al. Impacto de los Proyectos Zero en la reducción de infecciones relacionadas con dispositivos en UCI: resultados en España. Med Intensiva. 2017;41(9):561-570. doi:10.1016/j.medin.2017.03.009.  
  4. Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Proyectos Zero. Available from: https://semicyuc.org/proyectos-zero.  
  5. Palomar M, Álvarez-Lerma F, Riera A, et al. Impact of a national multimodal intervention to prevent catheter-related bloodstream infection in the ICU: The Spanish “Bacteriemia Zero” project. Crit Care Med. 2013 Sep;41(9):2364-72. doi:10.1097/CCM.0b013e3182965f98.  
  6. Ruiz A. 9 claves para seleccionar el DAVC adecuado. Campus Vygon España [Internet]. 2022 Sep 27 [citado 2025 Jun 2]; Disponible en: https://campusvygon.com/es/claves-davc-adecuado/  
  7. Pittiruti M, Scoppettuolo G. Manual GAVeCeLT sobre catéteres PICC y MIDLINE: indicaciones, inserción, mantenimiento y gestión. Edra; 2017.  
  8. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Guidelines for the Prevention of Intravascular Catheter-Related Infections [Internet]. Atlanta: CDC; 2011 [cited 2025 Jun 2].
  9. Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Conecta Care: Guía de práctica clínica de uso de PICC en el paciente crítico [Internet]. Madrid: SEMICYUC; 2022 Dic [citado 2025 Jun 2]. Disponible en: https://semicyuc.org/2022/12/conecta-care-guia-de-practica-clinica-de-uso-de-picc-en-el-paciente-critico/  
  10. Aerogen Ltd. Aerogen Solo nebulizer system: instructions for use [Internet]. Galway, Ireland: Aerogen Ltd; 2020 [cited 2025 Jun 2]. Available from: https://www.aerogen.com/wp-content/uploads/2020/11/Aerogen-Solo-IFU-Nov-2020.pdf  
  11. Sociedad Española de Enfermería de Nutrición y Dietética (SENPE), Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP). Guía para la administración y los cuidados de la nutrición enteral a través de sonda nasogástrica [Internet]. España: SENPE; 2020 [citado 2025 Jun 2]. Disponible en: https://www.senpe.es/guias-nutricion-enteral  
  12. Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) [Internet]. SEPAR; [citado 2025 Jun 2]. Disponible en: https://www.separ.es/  
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