Al nacer el neonato debe realizar una importante tarea de adaptación al entorno extrauterino. En ocasiones, la transición se torna compleja. El nacimiento prematuro, problemas congénitos o las complicaciones durante el trabajo de parto pueden convertir la adaptación en un reto todavía más complejo1. Estos pacientes, considerados de alto riesgo, requieren de asistencia médica intensiva. La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) es una unidad específica para iniciar los cuidados y tratamientos de los recién nacidos que lo requieran2.
El ambiente de las UCIN debería adecuarse a las necesidades de los pacientes, proporcionando un entorno terapéutico conveniente para la resolución de patologías, para el correcto desarrollo emocional, para la organización de su sistema nervioso y para creación del vínculo afectivo entre el recién nacido y sus padres. Sin embargo, la realidad es algo distinta.
A pesar de que la evolución de la neonatología ha centrado gran parte de sus esfuerzos en el desarrollo de estrategias para atender las complicaciones físicas del recién nacido, se ha dedicado escasa vigilancia a el resto de los aspectos, que podrían parecer irrelevantes, pero se han demostrado significativos en el desarrollo normal de los neonatos.
Los cuidados intensivos ofrecen un ambiente ruidoso, muy luminoso, con continuas interrupciones del sueño e intervenciones dolorosas. Los recién nacidos de riesgo no están preparados para hacer frente algunas de estas agresiones. Diversos estudios apuntan a que este ecosistema puede ocasionar daños y agravar las patologías en este tipo de pacientes vulnerables. Debido a la falta de madurez de su cerebro parte de estas agresiones podrían dejar secuelas y complicar su desarrollo.
La incorporación de cambios ambientales en las UCIN y la aplicación de medidas asistenciales emocionales podría facilitar el manejo de patologías y simplificar algunos tratamientos4.
¿Qué características debe presentar una UCIN?
Las modificaciones llevadas a cabo en las UCIN para mejorar la atención a los pacientes neonatales de riesgo deben ir encaminadas a proporcionar:
1. SEGURIDAD
El recién nacido no debe sentirse atacado por el entorno en el que se encuentra4. Su desarrollo sensorial viene determinado por la genética y el medio ambiente. La estimulación sensorial apropiada es necesaria en los periodos críticos de la maduración para un desarrollo óptimo del cerebro y órganos sensoriales.
El útero proporciona al feto un entorno con estímulos sensoriales adecuados que le permiten un desarrollo global correcto en cada etapa de su crecimiento. Estímulos inapropiados podrían causar trastornos y conllevar a problemas serios en el futuro5. Actualmente existen investigaciones que aseveran el ambiente no adecuado de las UCIN como origen potencial de enfermedad iatrogénica6.
Por ello, las unidades de cuidados intensivos deben procurar reproducir las características del medio intrauterino: caliente, oscuro, con movimientos rítmicos y sonidos monótonos y amortiguados4,5. Es imprescindible emplear recursos para la adecuación de la temperatura, ruido y luz del lugar donde se encuentra el niño.
TEMPERATURA
La hipotermia neonatal es un problema recurrente entre los recién nacidos a pesar de que el sistema de regulación térmica hipotalámica es funcional desde el nacimiento. Este puede verse afectado por diversos factores convirtiendo al recién nacido en, particularmente, sensible a las variaciones de temperatura exterior.
Cuando el niño se encuentra expuesto a condiciones de estrés por frío pierde la capacidad para mantener su temperatura corporal normal y cae en hipotermia. La exposición prolongada de estrés por frío deja al recién nacido en una situación de riesgo ya que se ha relacionado con el desarrollo de hipoxia, hipoglucemia, acidosis metabólica o enterocolitis necrosante7.
Hipotermia en recién nacidos, ¿cómo prevenirla?
Por ello, mantener un ambiente térmico neutro, es decir, establecer en las UCIN una temperatura ambiente dentro del cual la temperatura corporal del recién nacido se encuentre en un rango considera como normal, el gasto metabólico del RN es mínimo y la termorregulación se logra mediante procesos físicos basales, es esencial para conseguir el estado de bienestar del neonato7,8.
RUIDO
El sentido de la audición está desarrollado desde las 20 semanas de gestación. El feto, cuando se encuentra en el útero, recibe los sonidos de forma atenuada, debido al ecosistema líquido en el que se desarrolla. Sin embargo, una vez el neonato ha nacido queda sin esa protección.
En las UCIN, hasta hace poco tiempo, el exceso de ruido a formado parte del servicio a causa de los procesos rutinarios y estrés que se viven en las unidades de cuidados intensivos. Los recién nacidos prematuros están expuestos a ruidos de baja y alta frecuencia, y en ocasiones, estos pacientes padecen pérdidas auditivas por los sonidos excesivos. Esta complicación puede provocar problemas en el desarrollo del lenguaje y el sentido de la percepción y atención ya que el oído es parte fundamental del aprendizaje.
La adecuación del ruido en las UCIN es una parte fundamental de la asistencia sanitaria. La reducción del sonido permitirá el desarrollo del cerebro inmaduro del neonato, así como la mejora en la atención por parte de los profesionales al reducir barrearas comunicativas y evitar los errores derivados de estas.
Para mejorar los niveles de ruido pueden establecerse medidas como: colocación de sonómetros, protocolos para alejar a los pacientes de las herramientas que generen sonidos, empleo de mantas para cubrir las incubadoras atenuando los ruidos del exterior o con un diseño arquitectónico de ingeniería acústica ajustado a las necesidades de la unidad5.
LUZ
La vista es el último sentido en desarrollarse, pero es el que está más maduro al nacimiento en el niño a término. Los niños prematuros no necesitan estar expuestos a la luz ya que, en condiciones normales, estos estarían a oscuras en el útero. Es una vez alcanzada la edad gestacional cuando el niño necesita la luz para el desarrollo del sentido de la vista.
Existen estudios que han demostrado que cuando se reduce la intensidad de la luz se produce una disminución de la frecuencia cardiaca, disminuye la actividad, mejora el patrón del sueño, mejora la alimentación y el ritmo de ganancia ponderal.
Para adecuar la luz a las características ideales que deben darse en una UCIN se recomienda: evitar la exposición directa a la luz del niño, individualizar la exposición a la luz según la madurez y la estabilidad de paciente y facilitarle una transición suave desde el sueño a la vigilia y viceversa.
2. CONFORT
Es fundamental que durante la estancia en las UCIN el paciente se encuentre seguro y libre dolor4. La capacidad de sentir dolor de los neonatos ha sido tratada de forma insuficiente ya que, hasta hace una década, se creía imposible que estos niños fueran capaces de sentir esta sensación5.
DOLOR
Sin embargo, en la actualidad, se posee suficiente información para afirmar que los recién nacidos son capaces de sentir dolor desde las 28 semanas de gestación. Además, se conoce que la exposición prolongada a procedimientos dolorosos en la edad temprana puede provocar efectos adversos en su desarrollo: daños neurológicos, aumento de la susceptibilidad a infecciones, cambios morfológicos y funcionales en el cerebro que desencadenan respuestas afectivo-funcionales exageradas a experiencias dolorosas posteriores…5,9
El tratamiento insuficiente del dolor, también, tiene como consecuencia el incremento de la morbimortalidad. La prevención y tratamiento del dolor debería, pues, considerarse como un derecho humano esencial de los recién nacido5
Dolor en el recién nacido, consecuencias y cómo manejarlo
POSICIÓN
Otro de los aspectos fundamentales que se debe tener en cuenta durante el trabajo en estas unidades especiales para conseguir el confort del paciente es el cuidado de la postura4.
La posición de elección en las UCIN debe ser el decúbito lateral. Esta recomendada en prematuros ya que permite la exploración del recién nacido10. Consiste en el mantenimiento de los brazos y piernas flexionadas con las manos cerca de la cara y la espalda flexionada, pero respetando las preferencias del paciente. Se recomienda el uso de elementos de contención alrededor del neonato que limite la zona de los pies y de la cabeza con el objetico de que este no se sienta “perdido” dentro de la incubadora y se encuentre en un espacio similar al que ocupaba en el útero materno4,10.
Cambios de posición en recién nacidos, un estímulo necesario para su desarrollo
MANIPULACIONES
Además de cuidar la posición del neonato, una de las máximas que se debe tener en cuenta en el trabajo diario en la UCIN es la mínima manipulación y estimulación suplementaria.
Para el establecimiento de terapias y tratamientos, siempre, se debe tener en cuenta el respeto hacia el descanso y sueño del bebé. La interrupción del sueño supone una agresión importante el confort de este y, que puede derivar, en problemas fisiológicos y psíquicos. Varios estudios han demostrado que las continuas interrupciones del descanso aumentan los períodos hipóxicos, las pausas de apnea, el consumo de oxígeno e incrementan la presión intracraneal además de todo lo que suponen para su ajuste emocional.
Los médicos y enfermeras que atienden a estos niños deben aplicar programas individualizados de mínima manipulación, teniendo en cuenta las necesidades comunicativas y de estimulación de cada paciente e intentando que la mayoría de las exploraciones toma de muestras y manipulaciones de otro tipo coincidan en el tiempo4.
3. CUIDADO INDIVIDUALIZADO
Las UCIN deben presentar las características básicas para que el recién nacido pueda expresar sus necesidades y que estas sean satisfechas4.
Los recién nacidos tienen las competencias suficientes como para interactuar con su entorno. Cuentan con las habilidades cognitivas y motoras que le permiten influenciar en el medio y desarrollarse. Pero, para ese poder desarrollar estas habilidades y permitir una evolución de sus capacidades es imprescindible el cuidado individualizado y el conocimiento de cada niño4,5.
4. PARTICIPACIÓN FAMILIAR
Actualmente se sabe que el recién nacido, independientemente de su edad gestacional e inmadurez fisiológica, es capaz de percibir, sentir y manifestar sus emociones y que la familia son los principales promotores en el proceso de desarrollo evolutivo3.
En los últimos años, en nuestro país, se ha dado un cambio de paradigma para integrar a la familia en el cuidado del recién nacido ingresado en los servicios neonatales de un hospital. Los Cuidados Centrados en el Desarrollo reconoce a la familia como referencia permanente en la vida del niño incluso en su hospitalización. Los miembros de la familia se implican en los cuidados, forman parte de estos y participan en la toma de decisiones respecto a su hijo3.
Sin embargo, todavía hoy en día se encuentran restricciones en las UCIN para que los familiares, padre y madre, ejerzan – tutorizados por los profesionales de asistencia- su papel de cuidador durante la estancia hospitalaria de los pequeños5.
La integración de la familia en las unidades de cuidados intensivos supone una serie de beneficios tanto para el recién nacido, como para los padres y los cuidados: disminución del grado de ansiedad familiar, mejora de la calidad del vínculo con el neonato, mejora la satisfacción de la estancia en la UCIN y la relación con los profesionales, puesta en marcha de técnicas que favorecen el desarrollo del recién nacido como el método canguro que mejora la estabilidad metabólica y hemodinámica del bebe y facilita el su desarrollo psicomotor y neurosensorial…3,11
La incorporación de los padres en las unidades de Cuidados Intensivos Neonatales, además, se puede justificar desde una perspectiva de derechos ciudadanos y de lo que es natural para la especie humana5. Por ejemplo, en la Convención sobre los derechos del Niño de la Naciones Unidas de 1990, entre otros artículos, se recoge el derecho del recién nacido a ser cuidado por su padre y madre5,11.
Por ello, las UCIN deben establecerse como prioridad la integración de las familias en los servicios, facilitando un espacio confortable, ayudando al aprendizaje y participación de la familia en la toma de decisiones y cuidado del RN, promocionando la atención individualizada y divulgando buenas prácticas y políticas hospitalarias que favorezcan la iniciativa5.
Incorporando estas cuatro medidas en las UCIN facilitamos una llegada a la vida sin estrés a pacientes vulnerables, al mismo tiempo que, se mejora el bienestar de estos pacientes y el de su familia y se optimiza los recursos de la asistencia sanitaria.
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Muy claro y conciso
Excelente material
Aun es recomendable, tener periodos dnde a los pacientes neonatales se les coloca tapones en los oidos, para disminuir el ruido en UCIN ?