La elección del procedimiento anestésico correcto se articula como componente crítico a la hora de afrontar el procedimiento quirúrgico. En el ámbito de la anestesiología, la anestesia espinal y la anestesia epidural, son técnicas altamente empleadas para multitud de procedimientos. No obstante, existen intervenciones quirúrgicas comunes a raíz de las que puede surgir una pregunta para los profesionales de la salud: ¿Cuál es la opción más adecuada para cada paciente y cirugía?
Anestesia epidural
En este procedimiento anestésico, el anestesista inyecta uno o más fármacos en el espacio epidural limítrofe con la duramadre espinal, consiguiendo un bloqueo “central” y/o “neuraxial”. Se configura como una de las técnicas más antiguas de anestesia y ha ido perfeccionándose con el paso de los años, mediante la adición de otros fármacos y logrando mayor precisión y seguridad en el procedimiento.
La anestesia epidural es una técnica clave para manejar el dolor postoperatorio y la proporción creciente que existe de pacientes con comorbilidades o que toman permanentemente medicación que modula el sistema de coagulación exige que el anestesiólogo sopese los riesgos y beneficios individuales antes de inducir la anestesia epidural.
Indicaciones y beneficios de la anestesia epidural
Son muchas las indicaciones y utilidades de esta técnica, siendo algunas de las más comunes las siguientes:
- Cirugía torácica
- Cirugía intraabdominal mayor
- Cirugía pélvica
- Cirugía de la columna vertebral
- Tratamiento del dolor intra y postoperatorio
- Tratamiento del dolor en obstetricia
Además, existen estudios que recogen sus beneficios a la hora de disminuir el riesgo quirúrgico y morbilidad en determinados pacientes (como aquellos con cardiopatía isquémica) y la disminución de complicaciones pulmonares postoperatorias o el retorno de la función intestinal tras cirugía abdominal.
Beneficios de la anestesia epidural:
- Puede ser empleado como anestésico primario o coadyuvante del tratamiento del dolor (más común)
- Puede ser de única inyección o infusión continua (alivio del dolor a largo plazo)
- Reduce la exposición a otros anestésicos/analgésicos, disminuyendo efectos secundarios
- Disminuye niveles de cortisol
- Acelera retorno de la función intestinal
- Disminuye incidencia de EP y TVP en postoperatorio
- Acorta la duración de la estancia hospitalaria
En especial, si hacemos referencia a la analgesia espinal torácica, se estipula hoy en día como uno de los métodos más empleados en las unidades de tratamiento del dolor agudo para manejar el dolor posoperatorio de la cirugía abdominal mayor, gracias a sus menores complicaciones, satisfacción de pacientes, calidad de la analgesia y la preservación de la actividad muscular normal en las extremidades inferiores.
Algunas cirugías en las que puede emplearse la analgesia epidural torácica, según lo recogido por Espinoza y Brunet (2011) son las siguientes:
- Cardiovascular
- Tórax
- Colon
- Abdomen Superior
- Nefrourológica
- Ginecológica
- Plástica
complicaciones
Con todo, no es una técnica exenta de riesgos. Algunas complicaciones pueden ser:
- Hipotensión
- Nausas y vómitos
- Cefalea postpunción tras perforación dural
- Hematoma epidural
- Inyección intratecal accidental con anestesia raquídea total
- Infecciones: abceso, meningitis…
Anestesia espinal
La anestesia espinal, también llamada anestesia raquídea, puede emplearse en diversidad de operaciones. Según una revisión histórica de la técnica, puede considerarse la primera técnica de anestesia regional, estableciendo 1898 como la primera operación con esta técnica, realizada en 1898 por August Bier, en Alemania. Independientemente de su origen, se trata de una técnica de anestesia neuraxial, donde el anestésico local se coloca directamente en el espacio intratecal o subaracnoideo.
En este tipo de anestesia, se inyecta una sola dosis de medicación anestésica en el espacio subaracnoideo y suele emplearse para procedimientos cortos, aunque es posible dejar en el lugar un catéter fino para inyecciones adicionales del agente anestésico y asegurar así un adormecimiento óptimo en la totalidad del procedimiento.
Existen diferentes versiones dentro de la misma según su localización:
- Anestesia espinal alta: destinada a procedimientos intraabdominales
- Anestesia espinal baja: destinada a procedimientos intraabdominales o no abdominales por debajo del nivel del ombligo
- Anestesia “en silla de montar”: destinada a procedimientos que requieren la anestesia del perineo y la cara interna de la parte superior de los muslos
Indicaciones de la anestesia espinal
De esta forma, la anestesia raquídea puede emplearse en cirugías en la parte inferior del abdomen, pelvis, perineo, extremidades inferiores y procedimientos por debajo del ombligo. Podría abarcarse así:
- Cirugía ortopédica en articulaciones o huesos de la pierna
- Reparación de hernia inguinal, varicosas, cirugía de hemorroides
- Cirugía vascular: intervenciones en los vasos sanguíneos de la pierna
- Ginecología: reparaciones de prolapsos, histeroscopia y algunos tipos de histerectomía
- Urología: cirugía de próstata, intervenciones de vejiga, cirugía genital.
Beneficios de la anestesia espinal
Los beneficios de la técnica en comparación con la anestesia general son:
- Menor riego de infección pulmonar tras la cirugía
- Menor efecto en pulmones y respiración
- Buen alivio del dolor tras la cirugía
- Menor necesidad de medicamentos fuertes y reducción de efectos secundarios
- Menor sensación de náuseas y vómitos
- Evitar complicaciones derivadas del manejo de la vía aérea
Contraindicaciones
Aunque suele considerarse el procedimiento de elección para procedimientos cortos, existen determinadas contraindicaciones que debemos conocer:
- Contraindicaciones absolutas
- Falta de consentimiento del paciente, quien puede sentirse incómodo ante la falta de sensibilidad y movimiento, dado que no se encuentra dormido
- Presión intracraneal elevada (PIC), que suele deberse a una masa intracraneal
- Infección en el lugar de intervención, debido al riesgo de meningitis
- Contraindicaciones relativas
- Enfermedades neurológicas preexistentes, como la esclerosis múltiple
- Deshidratación grave (hipovolemia), debido al riesgo de hipotensión
- Trombocitopenia o coagulopatía
Similitudes, diferencias, ventajas e inconvenientes de ambas técnicas
Una vez realizado un repaso acerca de cada una de las técnicas… ¿en qué se diferencian la anestesia espinal y la epidural y cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas?
Diferencias
- Ubicación de la inyección: en la anestesia espinal, se realiza directamente en el líquido cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo de la columna vertebral, siendo más completa y rápida. Por otra parte, la anestesia epidural se realiza en el espacio epidural, que se encuentra fuera de la duramadre que rodea el líquido cefalorraquídeo, siendo más selectiva que la anterior.
- Rapidez de inicio: la anestesia espinal generalmente tiene un inicio más rápido, consiguiendo un alivio del dolor inmediato y profundo. Sin embargo, la anestesia epidural tiene un inicio más lento debido a su ubicación
Ventajas
- La anestesia espinal tiene gran rapidez, necesitando menor cantidad de medicación, lo que a su vez reduce posibles efectos secundarios
- La anestesia epidural tiene una duración prolongada, lo que la convierte en una técnica adecuada para procedimientos quirúrgicos extensos. Además tiene un mayor grado de ajuste, consiguiendo un control preciso del nivel de bloqueo anestésico
Inconvenientes
- La anestesia espinal tiene limitación en su duración, en cuanto es de acción más corta, no siendo la opción de preferencia para un control prolongado del dolor. Además, tiene niveles anestésicos «fijos», porque no es fácil ajustar la dosis una vez administrada, limitando su versatilidad.
- La anestesia epidural, por otra parte, tiene mayor lentitud en el inicio y mayor probabilidad de efectos secundarios, en cuando se emplea una mayor cantidad de medicación y la ubicación de la técnica.
La elección entre ambas técnicas depende de tres factores:
- La naturaleza del procedimiento
- La duración del alivio del dolor requerido
- Las preferencias y conocimiento del anestesiólogo o anestesióloga
Si bien es cierto que existen multitud de intervenciones para las que no existe posibilidad de elección entre una y otra, sí hay una variedad de procedimientos donde ambas técnicas pueden ser aplicables.
Cirugías en las que puede ser posible emplear anestesia espinal o epidural:
- Cirugía de cesárea, dado que permiten el bloqueo del dolor en el área abdominal y pélvica
- Cirugía ortopédica: en la artroplastia de cadera o rodilla, donde se necesita un bloqueo más específico, podrían ser válidas ambas
- Cirugía de columna vertebral, en procedimientos concretos como la reparación de hernias discales o fusión vertebral
- Cirugía urológica, como la cirugía de próstata o de vejiga
- Cirugía ginecológica, como histerectomía o cirugía de ovario
- Cirugía abdominal, como apendicectomías o colecistectomía
Recordar una vez más que esto se configura como una propuesta teórica, y que la elección entre anestesia espinal o epidural dependerá de una multitud de factores, en los que se incluyen las necesidades individuales de cada paciente o las preferencias y requisitos del equipo médico en su totalidad.
¿Es posible combinar ambas técnicas? Anestesia espinal y epidural combinada
A lo largo del artículo, se han recogido las ventajas y desventajas de ambas técnicas, no solo entre ellas, sino en comparación con la anestesia general. Una mayor sencillez y reducción de efectos secundarios, asegurando un bloqueo eficaz con menos dosis de anestésico es un objetivo atractivo para todo profesional.
La técnica de anestesia espinal y epidural combinada (EEC), permite aprovechar las ventajas de ambos métodos. Así, consigue la administración de un opioide intraespinal al tiempo que aprovecha la larga duración de acción en comparativa con la administración epidural.
Aunque está técnica fue descrita por vez primera en el 1937, son muchos los avances que han ido desarrollándose, permitiendo perfeccionar la técnica hasta como es en la actualidad. Algunas de las ventajas que presenta la EEC respecto a la anestesia general son:
- Menor dosis de anestésico (consiguiendo igualmente un bloqueo eficaz con una relajación muscular completa)
- Menores posibilidades de depresión respiratoria grave
- Evita sedación postoperatoria
- Permite ajustar y mantener la altura de bloqueo exacta con dosis suplementarias
- Catéter puede servir como instrumento de alivio del dolor postoperatorio
No obstante, al igual que todos los procedimientos, también presenta ciertas desventajas, entre las que pueden incluirse un mayor tiempo que la anestesia general, la complicación del procedimiento de prueba o el riesgo de un bloqueo extensión, hipotensión o riesgo de cefalea postdural.
¿Existe una opción correcta?
Tras la revisión de la anestesia espinal, la anestesia epidural y la ECC, la cuestión en consecuencia es evidente… ¿cuál de las tres es la mejor opción?
No existe una respuesta única ni una regla a seguir, sino una serie de indicaciones que cada profesional debe conocer y adaptar para realizar la mejor elección posible en cada caso y paciente. Solo mediante un conocimiento extenso y el reconocimiento de las posibilidades existentes será posible adaptarse con la mayor precisión para procurar el éxito de la intervención.
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Autores
Delegada de ventas de Vygon España en Alicante, Murcia y Baleares
EXPERIENCIA
Graduada en Periodismo, inicié mi carrera profesional como Responsable de Comunicación en Vygon en el área de Anestesia y Manejo de la Vía Aérea, donde pude comprobar mi pasión por el sector sanitario y biotecnológico.
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Delegado especialista Cuidados Intensivos y Anestesia – Emergencias – Madrid – Vygon España
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