La inserción de catéteres arteriales periféricos es un procedimiento común en pacientes quirúrgicos de alto riesgo y críticamente enfermos, quienes requieren de forma frecuente la toma de gases sanguíneos y una monitorización continua de la presión arterial.
Si bien es cierto que general se trata de un procedimiento con pocas complicaciones, en pacientes críticos, la incidencia de fracaso es mayor. Aunque el empleo exclusivo de palpación tiene una tasa de éxito menor del 70% al primer intento, continúa siendo una técnica altamente empleada.
¿Existe algún tipo de evolución sistemática que permita mejorar las prácticas de cateterismo arterial?
¿Puede la ecografía aumentar la probabilidad de éxito de la canulación y disminuir complicaciones respecto a las técnicas tradicionales de puntos de referencia?
¿Qué es el método ZIM?
Es un microsistema de procedimientos clínicos diseñado para utilizar ecografía y de esta manera tener en cuenta la anatomía y fisiología de la parte superior del brazo, y reducir los riesgos asociados con la inserción del PICC y su uso.
El método ZIM, Método de Inserción por Zonas, divide el brazo en 3 zonas: la zona roja cerca del codo, no aconsejada por ser una zona de movimiento – la zona amarilla cerca de la axila no recomendada por ser una zona de sudoración – la zona verde, zona de elección para la inserción.
Cateterización arterial en UCI
¿Qué puede ocurrir si realizamos una técnica incorrecta?
La cateterización arterial es un procedimiento común en las Unidades de Cuidados Intensivos, cuya inserción continúa siendo, en muchos casos, a “ciegas”, basándose en puntos de referencia anatómicos o en la técnica de inserción por palpación.
La arteria radial es el vaso de primera elección para insertar un catéter arterial, ya que su localización es superficial y la circulación colateral de la mano está asegurada por la cubital.
Más allá de las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con la inserción de un catéter vascular, la isquemia de la mano y antebrazo por trombosis, la disección de la íntima o el espasmo en el sitio de inserción, son algunas de las complicaciones a la hora de canalizar un acceso de arterial radial.
¿Cómo podemos mejorar el procedimiento?
La superficialidad de las regiones palpables de la arterial radial contribuye a que la canalización se realice exclusivamente con puntos de referencia. Sin embargo, la proximidad a los nervios y demás estructuras anatómicas subyacentes, hace que las complicaciones con la inserción y disfunción del dispositivo aumenten.
El fallo en la inserción del catéter puede oscilar desde la pérdida de la función de éste, una falta de retorno de sangre o la pérdida de calidad de la onda arterial. Por consiguiente, mantener una buena onda de presión arterial es crucial para una correcta orientación al tratamiento del paciente crítico.
Además, los catéteres utilizados para pacientes en UCI pueden permanecer varios días puestos. Por ello, precisan una evaluación del procedimiento más allá de la canalización de la arteria y así asegurar una fiabilidad durante un periodo de tiempo mayor, un muestreo adecuado de la sangre y una monitorización continua de la presión arterial.
En consecuencia, la ecografía es un aliado fundamental. En comparación con la palpación manual, aquellos procedimientos guiados por ecografía se asociaron con una tasa de fracaso reducida casi en un 50%. Las directrices de la Sociedad Europea de Anestesiología también enumeran sus ventajas: reducción de complicaciones, menor tiempo hasta conseguir una canalización exitosa, menor número de intentos y mayor tasa de éxitos a la primera.
Apoyándose en este hecho, el método AIM surge como un sistema que permite preservar la salud de los vasos.
¿Qué es el método AIM?
El método AIM (Arterial Insertion Method) es un método de inserción arterial. Una evolución sistemática que sirve como ayuda para la inserción de catéteres arteriales guiados ecográficamente. Así, al optimizar tanto el dispositivo como el lugar de inserción, se busca una mejora en la realización de la técnica y una mayor seguridad y confort de los pacientes.
De la misma forma que el método ZIM nos sirve para definir el acceso venoso, el AIM describe la región segmentada de la arterial radial, incluyendo la profundidad, tamaño y zona.
Las áreas rojas y amarillas constituyen las áreas de flexión, las cuales el profesional debe evitar, adoptando un lugar de canulación más profundo y proximal (área verde). Así, es en esta zona verde, la de mayor profundidad, que requiere el empleo de la ecografía, bajo la premisa de que mover el sitio de inserción 4cm (desde la zona roja a la verde) ayuda a reducir las complicaciones y obtener una mayor permanencia del catéter.
Pasos del método AIM
- Preparación del paciente y evaluación del vaso
- Posición correcta del paciente: muñeca hiperextendida para facilitar la visualización de la arteria radialOptimizar el ángulo de inserción: mantener angulación de muñeca en 45º, porque estaremos favoreciendo la canulación de la arteria radial
- Evaluar del vaso: la ecografía permite analizar salud y viabilidad del vaso, así como tener en cuenta el tamaño y estructuras anatómicas que fuese preciso evitar
- Selección de la zona de inserción: identificar las tres zonas principales, aproximándose a una posición más proximal, definida como “zona verde”. Es aquí, a unos 4cm de la zona roja, donde debemos evaluar profundidad, diámetro y flujo sanguíneo de la arteria.
- Zona roja: área cercana al pliegue distal de la muñeca. Aquí la arteria es más superficial y existe mayor riesgo de complicaciones
- Zona amarilla: área intermedia, también cercana a superficie y con riesgo de fallo mecánico
- Zona verde: área más proximal y profunda. Es menos palpable, pero tiene menor riesgo de complicaciones y permite una mejor inserción del catéter.
- Inserción del catéter:
- Emplear la ecografía para asegurar una inserción precisa y así evitar la transfixión del vaso.
- Seleccionar el catéter adecuado: elegir la y tamaño de catéter adecuado para el diámetro y profundidad del vaso es imprescindible, así como seleccionar un material que asegure una buena calidad de onda. El polietileno se considera el material idóneo para la cateterización arterial.
- Monitorización regular de la funcionalidad del catéter y realización de ajustes de posición en caso de ser precisos.
Una onda arterial fiable es imprescindible para un tratamiento óptimo del paciente. Constituye un pilar de la monitorización hemodinámica y escoger el catéter arterial adecuado, así como introducirlo de forma correcta, son los dos primeros pasos que el profesional debe alcanzar. Si bien es cierto que existen otras herramientas, tales como el filtro electrónico, cuyo software analiza las características de forma de onda y las corrige en caso necesario, trabajar con una base sólida es clave para conseguir el mejor resultado posible.
Si quieres aprender más sobre canalización arterial, no puedes perderte esta formación: «Canalización arterial ecoguiada en adultos» (2ªed).
Bibliografía
Bardin-Spencer, A. J., y Spence, T. R. (2020). Arterial insertion method: A new method for systematic evaluation of ultrasoundguided radial arterial catheterization. The Journal of Vascular Access. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1129729820944104
Davies, G. (2018). Transductores arteriales y amortiguamiento. Curso de actualización en Anestesia Parte I. Universidad de Ciudad del Cabo.
Esper, S. A., & Pinsky, M. R. (2014). Arterial waveform analysis. Best practice & research. Clinical anaesthesiology, 28(4), 363–380. https://doi.org/10.1016/j.bpa.2014.08.002
Gershengorn, H. B., Garland, A., Kramer, A., Scales, D. C., Rubenfeld, G., & Wunsch, H. (2014). Variation of arterial and central venous catheter use in United States intensive care units. Anesthesiology, 120(3), 650–664. https://doi.org/10.1097/ALN.0000000000000008
Imbrìaco, G., Monesi, A. Y Spencer, T. R. (2022). Preventing radial arterial catheter failure in critical care — Factoring updated clinical strategies and techniques. Anaesthesia Critical Care and Pain Medicine, 41.
Lamperti M, Biasucci DG, Disma N, et al. (2020). European Society of Anaesthesiology guidelines on peri-operative use of ultrasound-guided for vascular access (PERSEUS vascular access). Eur J Anaesthesiology (EJA), 37(5), 344-376
Muller, J. C., Kennard, J. W., Browne, J. S., Fecher, A. M., & Hayward, T. Z. (2012). Hemodynamic monitoring in the intensive care unit. Nutrition in clinical practice: official publication of the American Society for Parenteral and Enteral Nutrition, 27(3), 340–351. https://doi.org/10.1177/0884533612443562
O’Grady, N. P., Alexander, M., Burns, L. A., Dellinger, E. P., Garland, J., Heard, S. O., Lipsett, P. A., Masur, H., Mermel, L. A., Pearson, M. L., Raad, I. I., Randolph, A. G., Rupp, M. E., Saint, S., & Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC) (2011). Guidelines for the prevention of intravascular catheter-related infections. Clinical infectious diseases : an official publication of the Infectious Diseases Society of America, 52(9), e162–e193. https://doi.org/10.1093/cid/cir257
Rinehart, J. Et al. (2020). Detection of arterial pressure waveform error using machine learning trained algorithms. Journal of Clinical Monitoring and Computing, 36, 227-237. https://doi.org/10.1007/s10877-020-00642-4
Romagnoli, S. et al. (2014). Critical Care, 18:664. http://ccforum.com/content/18/6/644
Thomsen, K. K., Kouz, K., & Saugel, B. (2023). Pulse wave analysis: basic concepts and clinical application in intensive care medicine. Current opinion in critical care, 29(3), 215–222. https://doi.org/10.1097/MCC.0000000000001039
Foti, L., Michard, F., Villa, G., Ricci, Z., & Romagnoli, S. (2022). The impact of arterial pressure waveform underdamping and resonance filters on cardiac output measurements with pulse wave analysis. British journal of anaesthesia, 129(1), e6–e8. https://doi.org/10.1016/j.bja.2022.03.024
0 comentarios