Explorando el Acceso Vascular Periférico: Definición y Significado 

Por Lorenzo Zeni

10 Jul, 2024

El acceso vascular periférico es un componente esencial en la atención médica, especialmente en la administración de terapias intravenosas. Este procedimiento es uno de los más comunes en personas hospitalizadas y, cuando se realiza correctamente, puede mejorar significativamente la calidad asistencial. En este artículo, exploraremos las características, tipos y prácticas recomendadas para el uso de catéteres venosos periféricos, así como sus ventajas y limitaciones. 

¿Qué es el acceso vascular periférico?

La terapia intravenosa periférica, el procedimiento invasivo más común en pacientes hospitalizados, requiere una serie de consideraciones clave para asegurar una buena práctica clínica:  

  • Elegir el catéter adecuado con la longitud necesaria 
  • Seleccionar el vaso venoso 
  • Llevar a cabo una correcta inserción y mantenimiento 

Estas prácticas no solo optimizan la administración del tratamiento, sino que también mejoran la calidad asistencial global. 

 

Diferencias entre los catéteres venosos periféricos cortos y midline 

Los catéteres se clasifican según donde queda su punta, diferenciándose entre catéteres periféricos y centrales. Un catéter venoso periférico (CVP) es cualquier catéter cuya punta no se encuentre en la vena cava superior (VCS), la aurícula derecha o la vena cava inferior (VCI), independientemente de la vena de inserción.

Dentro de esta categoría, encontramos la línea media o «midline», cuyo extremo se sitúa a mitad de la clavícula. Su implantación se realiza mediante una punción ecoguiada, insertando una guía metálica dentro de la aguja. La posición del catéter puede verificarse por ecografía. 

Los catéteres venosos periféricos cortos estándar, muy utilizados en hospitales, varían en calibre desde 24 gauges (cánula pediátrica) hasta 14 gauges (para administración de grandes volúmenes de fluidos rápidamente). 

En contraste, los catéteres midline, que alcanzan venas de mayor calibre y flujo, permanecen permeables por más tiempo, llegando a durar más de cuatro semanas. Además, los midline están fabricados con materiales más duraderos y biocompatibles, como el poliuretano, que es más resistente químicamente que el teflón o el polietileno utilizados en los CVPC.

Acceso vascular periférico y tratamiento intravenoso 

Es crucial utilizar el catéter adecuado para minimizar el riesgo de complicaciones como flebitis y trombosis. Los catéteres centrales son indicados para la administración de fármacos con un pH inferior a 5 o superior a 9 y una osmolaridad superior a 600 mOsm/L. Por otro lado, los catéteres midline son apropiados para fármacos con pH entre 5 y 9 y osmolaridad inferior a 600 mOsm/L, evitando sustancias irritantes o vesicantes. 

Ventajas del midline 

El catéter midline, al estar fabricado con materiales altamente biocompatibles, resulta más duradero y es especialmente indicado para pacientes con acceso vascular difícil (DIVA). Además, su uso reduce la necesidad de catéteres periféricos cortos, disminuyendo el número de punciones y el riesgo de infecciones. Es compatible con la inyección a alta presión, lo que lo hace adecuado para inyectar medios de contraste en pacientes que van a someterse a un TAC. 

Limitaciones del midline 

No obstante, el uso del midline debe evitarse en pacientes con paresia del miembro o trombosis anteriores o actuales en miembro superior.  La vía central es preferible, especialmente para la administración de fármacos vasoactivos, vesicantes, con pH fuera del rango 5-9 y osmolaridades muy elevadas. 

El acceso vascular periférico, en particular el uso de catéteres midline, ofrece múltiples ventajas en la práctica clínica, especialmente para terapias prolongadas. Su correcta aplicación puede mejorar significativamente la calidad asistencial y la experiencia del paciente, reduciendo complicaciones y la necesidad de múltiples punciones. Sin embargo, es esencial seleccionar el tipo de catéter adecuado y seguir las indicaciones específicas para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos. 

Lorenzo Zeni

Enfermero del equipo de reanimación Rea H. Clínico Universitario de Valencia.

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