4 Claves para evitar la isquemia asociada a la cateterización arterial

Por Paco Escribà

26 Oct, 2022

Las lesiones isquémicas graves resultantes de la oclusión permanente, aunque poco habituales, llevan asociadas consecuencias muy graves, las cuales incluyen necrosis o, incluso, amputación.

¿QUÉ ENCONTRARÁS EN ESTE ARTÍCULO?

  • Consecuencias
  • Factores de riesgo
  • Comprobación de la permeabilidad
  • Selección del catéter
  • Diagnostico
  • Manejo

¿Quieres saber más sobre cómo evitar la isquemia asociada a la canalización arterial? Permanece en esta página y lee la entrada completa.


La oclusión de la arteria radial que resulta en trombosis del vaso, neuropatía isquémica y/o isquemia digital es poco común, pero conlleva una morbilidad significativa. Por ello, el reconocimiento temprano y un correcto manejo de estas complicaciones será imprescindible.1

Consecuencias

El fácil acceso y las bajas tasas de complicaciones han convertido a la arteria radial uno de los sitios más utilizados para la canulación arterial. No obstante, las lesiones isquémicas graves resultantes de la oclusión permanente, aunque poco habituales, llevan asociadas consecuencias muy graves.1

Dependiendo del tiempo de evolución y del flujo distal que conserve el miembro, la gravedad de la isquemia distal puede variar desde una isquemia leve y recuperable en unos días a una isquemia completa que desencadene en una necrosis o requiera la amputación.

Factores de riesgo

Existen factores de riesgo que determinan la probabilidad de incidencia de la isquemia, entre los que encontramos:

  • Edad <3 años.
  • Intervención quirúrgica.
  • Uso de catéteres >6 French.
  • Número elevado de intentos realizados durante la canalización arterial.
  • Catéter grande proporcionalmente al tamaño del vaso.

Comprobación de la permeabilidad

Ultrasonido

Está demostrado que la canalización guiada por ultrasonidos, tanto en pacientes pediátricos como adultos, mejora la tasa de éxito, reduce el número de intentos y evita posibles complicaciones, incluyendo la isquemia.1

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TEST DE ALLEN

La mano está perfundida por las arterias radial y cubital con un flujo colateral extenso entre las dos. Sin embargo, algunos pacientes tienen arcos palmares incompletos, lo que puede disminuir la perfusión colateral y aumenta la probabilidad de sufrir isquemia. 1

El test de Allen es una maniobra que se utiliza para evaluar el flujo sanguíneo colateral con el fin de proteger la mano de posibles complicaciones isquémicas.

Esta prueba consiste en comprimir simultáneamente las arterias radial y cubital, pidiendo al paciente que abra y cierre la mano repetidamente unas 10 a 15 veces. Al abrir la mano se observará palidez en la palma y los dedos. Cuando esto ocurra, se liberará la presión cubital manteniéndola en la arteria radial, posteriormente se valorará el tiempo que tarda la mano en recuperar su color.

A pesar de no haber consenso sobre el tiempo que debería pasar para determinar si el resultado es positivo o negativo, de forma general, se considera que la canalización está contraindicada cuando la mano tarde más de 10 segundos en recuperar su color habitual.2

Siempre que sea posible, se aconseja, para evaluar el aporte vascular, complementar esta prueba con otras como Eco-Doppler o Pulsioxímetro, ya que diversas circunstancias podrían darnos resultados falsos positivos y falsos negativos2:

  • Falso positivo: hiperextensión de la muñeca durante la prueba.2
  • Falso negativo: insuficiente compresión de la arteria radial. 2

Selección del catéter

Como hemos visto, la falta de circulación colateral es la principal responsable de que se produzca la isquemia, por ello la elección correcta del calibre del catéter es fundamental, especialmente en la población pediátrica.

Si el catéter es demasiado grande, no dejará pasar suficiente sangre a nivel distal y el miembro en cuestión desarrollará isquemia ya que no habrá circulación colateral.

A rasgos generales, el catéter debe ocupar un tercio del vaso y nunca superar el 45% del mismo.

Diagnostico

La gravedad de la isquemia dependerá en gran medida de la rápida detención ante los primeros síntomas, así como de una adecuada y temprana atención.

Las manifestaciones cutáneas más habituales serían eritema, angioedema y urticaria. Además, podría cursar con afectación cardiorrespiratoria.

Si notamos la mano del paciente fría y pálida o los dedos con función motora reducida, déficit sensorial o dolor después de la canulación de la arteria radial se debe sospechar de posible isquemia. 

Manejo

Cuando se determina que el paciente presenta isquemia es momento de actuar. Son diferentes las acciones que pueden ayudarnos a controlarla y resolverla:

  • Retirada del catéter. En el mismo momento en que se sospeche que el paciente puede presentar isquemia, se debe retirar el catéter y se debe elevar y calentar la extremidad afectada. Con esta simple acción muchos casos de isquemia pueden resolverse.
  • Terapia vasodilatadora. Aplicar un vasodilatador tópico como la nitroglicerina puede ayudar a resolver la isquemia.
  • Bloqueo nervioso regional. Debido a la vasodilatación regional que ocasiona, el bloqueo nervioso regional también puede ayudar.
  • Trombólisis. Si se percibe riesgo de isquemia progresiva tras las anteriores medidas conservadoras, habría que recurrir a trombólisis o manejo quirúrgico. En estos casos la perfusión de Alteplasa 0.1-0.5 mg/kg/h ha sido descrita como exitosa.
  • Microcirugía. Especialmente en neonatos, puede ser necesario una intervención médica y/o quirúrgica.
isquemia

Como hemos visto hay diferentes comprobaciones que nos pueden alertar de una posible isquemia, incluso antes de la canalización arterial.

Comprobar la permeabilidad del vaso nos permitirá determinar si la circulación colateral es suficiente y si el paciente puede sufrir complicaciones tras la colocación del catéter. Además, un diagnóstico y actuación inmediatos evitará riesgos como necrosis o amputación.

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Bibliografía

  1. Deasy, A., O’Neill, T., Rawluk, D. & Deasy, J. (2021b, junio). Digital ischemia following radial arterial cannulation. Clinical Case Reports, 9(6). https://doi.org/10.1002/ccr3.4187
  2. Romeu-Bordas, Ó., & Ballesteros-Peña, S. (2017). Validez y fiabilidad del test modificado de Allen una revisión sistemática y metanálisis: Vol. Vol. 29, No. 2. Emergencias: Revista de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5899644

Paco Escribà

Anestesiólogo en Hospital La Fe de Valencia
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