Más de 1,4 millones de personas en el mundo sufren infecciones en el hospital. Se calcula entre el 5% y 15% de las personas ingresadas en un centro hospitalario sufre una infección contraída en el propio hospital y que el 1% de los afectados fallece. A pesar de que en España está ligeramente por debajo de la media europea – un 7% según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos datos representan más de 3.200 muertes al año en nuestro país. (2)
La estancia en los centros hospitalarios crea un entorno que ayuda a la transmisión y contagio de infecciones nosocomiales. Los pacientes geriátricos, inmunodeprimidos, los que reciben quimioterapia y los neonatos son los más afectados por los agentes infecciosos. Su sistema inmune está debilitado y facilita la colonización de los microorganismos.
Las infecciones nosocomiales en el recién nacido relacionadas con la prematuridad y las complicaciones durante el trabajo de parto representan una de las principales causas de mortalidad en la población neonatal.
La mayoría de estas infecciones vienen dadas durante las manipulaciones clínicas que el recién nacido pretérmino requiere durante la estancia hospitalaria. Por ejemplo, la correcta elección del cateterismo vascular y su correcta colocación es imprescindible para evitar las infecciones en este tipo de pacientes con un sistema inmune tan debilitado. La elección del número de luces también es de vital importancia para la administración de terapias de larga duración.
SUPERBACTERIAS, UNA AMENAZA PARA LA SALUD MUNDIAL
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DATOS SOBRE INFECCIONES
BACTERIEMIA RELACIONADA CON EL CATETERISMO (BCR) EN NEONATOLOGÍA
La infección nosocomial neonatal más frecuente es la bacteriemia asociada al catéter que supone entre 21 y 56 % del total de las complicaciones por sepsis (3). Esta se produce cuando la flora microbiana de la piel migra a través de la superficie externa e interna del catéter o accede al torrente sanguíneo mediante soluciones contaminadas.
En dispositivos intravasculares de corta duración, la mayoría de los eventos de bacteriemia relacionada con catéter venoso central se originan por la colonización de la superficie externa; mientras que en los de larga permanencia las infecciones se producen principalmente por la contaminación de la superficie interna.
Proyectos de vigilancia de la Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS) en neonatología
En el año 2006 el Dr. Peter Pronovost desarrolló una estrategia preventiva de la bacteriemia relacionada con catéteres (BRC) denominada proyecto “Bacteriemia-Zero”. Este proyecto tiene como objetivo reducir la tasa de Bacteriemia asociada a Catéter Venoso Central (CVC) en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Existen múltiples herramientas que los profesionales pueden hacer servir para controlar la tasa de infección. En los últimos años el protocolo ha ido adquiriendo protagonismo en el paciente adulto y muchas de sus recomendaciones pueden trasladarse a los pacientes más vulnerables.
Las cinco medidas básicas del estudio de P. Pronovost en 2006 incluyen:
- Preparación de la piel con clorhexidina.
- Medidas de barrera total durante la inserción.
- Preferentemente vena subclavia.
- Retirar CVC innecesarios.
- Utilización de ecografía.
Preparación de los profesionales
Será fundamental la formación periódica de los profesionales en las estrategias que permitan disminuir la infección asociada a catéter. Se debe garantizar la asepsia durante el proceso, recomendándose las siguientes medidas de barrera.
Otra medida que asegura el desarrollo correcto del proceso es la realización de un check-list
preparación del material
Se recomienda el almacenaje de forma conjunta del material de canalización. Así se facilita la esterilidad del proceso y se asegura la asepsia. Por tanto, dispondremos cerca de la incubadora el carro de canalización y se prepararán los sets de canalización estériles sobre la mesita auxiliar (donde se colocará el campo estéril).
PREPARACIÓN DEL NEONATO Y DE LA INCUBADORA
Preparación del neonato
Los neonatos tienen un bajo umbral del dolor y una baja capacidad de adaptación frente a un factor estresante. Será necesario mantener el confort del paciente, ya que la inserción de un catéter vascular es un procedimiento doloroso. Las medidas que podemos llevar a cabo son:
- Garantizar un ambiente tranquilo.
- La contención.
- Medidas no farmacológicas: succión no nutritiva, administración de leche o sacarosa.
- Si es necesario sedación farmacológica.
Asepsia de la piel del neonato
Previo al inicio, se rasurará el pelo de la cabeza si es necesario. Para preparar la piel del paciente se realizará en primer lugar, la limpieza de la zona de punción:
- En ≤ 28 semanas gestacionales se realizará con suero salino fisiológico.
- En > 28 semanas gestacionales se empleará agua y jabón.
Preparación de la incubadora
BIBLIOGRAFÍA
1. Buenas prácticas para la reducción de las infecciones asociadas al acceso vascular en neonatología.
2. Superbacterias, una amenaza para la salud, Karine Fric (2019)
3. Infecciones relacionadas con el catéter en neonatos. Mónica Perotas (2020)
4. Javier Rodríguez: ‘Las infecciones nosocomiales aumentan en 11 mil euros al precio de un ingreso’ Campus Vygon (2018)
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