Los profesionales de la salud que trabajan con pacientes oncológicos están acostumbrados a manejar catéteres totalmente implantados. En los últimos años, el PICC-port es un dispositivo totalmente implantado que está demostrando su gran utilidad en este campo.
Sin embargo, cualquier dispositivo de acceso vascular puede convertirse en un problema si su colocación no ha sido óptima y/o su mantenimiento no se está haciendo de la manera adecuada.
De su buen uso depende que el paciente pueda terminar su tratamiento en el tiempo estimado y de manera segura.
A continuación, proponemos 6 medidas que nos ayudarán a que su rendimiento sea óptimo.