La canalización arterial para la monitorización de la presión arterial de forma continua no es una técnica exenta de complicaciones, la mayoría de las ocasiones de poca gravedad y que no suponen un gran problema para el paciente, pero en algunos casos pueden tener graves consecuencias.
Además, en los niños, dado el menor calibre de las arterias y la mayor dificultad de canulación, la incidencia de estas complicaciones es mayor, por ello, hay una mayor tendencia en la actualidad al uso de los ultrasonidos para realizar la técnica de forma ecoguiada, disminuyendo la incidencia de dichas complicaciones.
Los principales riesgos que podemos encontrarnos durante la canalización arterial son:
Hematoma
El riesgo de hematoma aumenta con el número de punciones fallidas. El uso del ecógrafo podría ayudarnos a disminuir su incidencia.
Infecciones
El riesgo de infección aumenta de forma tiempo-dependiente (10% si se mantiene más de 7 días). Por eso se recomienda su cambio de forma periódica.
Trombosis y/o obstrucción
La obstrucción del catéter en el paciente pediátrico es muy frecuente dado el pequeño calibre de estos. Se pueden realizar lavados periódicos con 2-3 ml de suero fisiológico, siempre de forma suave para disminuir el riesgo de embolias. La trombosis es especialmente común en los catéteres de arteria umbilical, por eso, dado el alto riesgo de trombosis, así como de infección se intenta mantenerlos como máximo 48 horas.
Recordemos que la trombosis de la arteria umbilical puede derivar en enterocolitis necrosante, isquemia de miembros inferiores y trombosis renovascular.
Embolia
La embolia puede llegar a ser retrógrada por lavados excesivamente enérgicos y mantenidos.
Isquemia distal
La gravedad de la isquemia distal puede variar desde una isquemia leve y recuperable en unos días a una isquemia completa que requiera la amputación, dependiendo del tiempo de evolución y del flujo distal que conserve el miembro.
Podemos disminuir el riesgo de isquemia realizando el test de Allen previamente a la realización de la técnica si vamos a canalizar la arteria radial para comprobar la permeabilidad de la circulación colateral (cubital). Además, en el paciente pediátrico es importante seleccionar correctamente el calibre del catéter que vamos a utilizar, pues si es demasiado grande y no deja pasar suficiente sangre a nivel distal el miembro en cuestión desarrollará isquemia si no existe circulación colateral.
Lesión estructuras nerviosas adyacentes
La utilización de ecografía nos permitirá identificar estructuras nerviosas adyacentes, reduciendo notablemente este riesgo.
Fístula arteriovenosa iatrogénica
Una fístula arteriovenosa iatrogénica se produce cuando existe una comunicación entre arteria y vena que produce un flujo sanguíneo continuo. Los síntomas son dolor constante en la zona de punción, edema, parestesias, aumento del volumen de la extremidad y frémito a la palpación del pulso.
Mala señal de onda y dificultad para implementar monitorización avanzada
Otra complicación es no disponer de una señal de onda de presión arterial óptima y la dificultad para implementar sistemas de monitorización avanzada.
Fuera de ser una complicación clásica, el estudio de la onda de presión arterial se ha convertido en una complicación de reciente valor añadido y muy limitante.
Recomendaciones
Podemos llevar a cabo una serie de acciones que nos permitirán aumentar la probabilidad de éxito en el primer intento y, por tanto, reducir los posibles riesgos:
- Uso de ecografía. Esta es la principal recomendación, ya que se ha demostrado, tanto mediante metaanálisis como con la práctica clínica, que el uso del ultrasonido para la canalización de accesos arteriales periféricos disminuye la tasa de complicaciones.
- Postura neutra, natural y protegida de la región anatómica del paciente.
- Canalizar en plano. Si bien es técnicamente más complejo, siempre es más fiable que canalizar fuera de plano, ya que se observa mejor la entrada de la aguja dentro de la arteria, además de poder observar si surge alguna complicación como la aparición de un hematoma o una disección de la pared arterial al pasar la guía.
- Comprobar siempre el emplazamiento correcto del catéter mediante imagen ecográfica, muestra gasométrica y registro de la onda de presión arterial.
- Cuidado del catéter siguiendo las recomendaciones especificadas en el protocolo de Bacteriemia Zero©.
- En el caso de la arteria radial, realizar un escaneo de la región antebraquial de ambos lados con el objetivo de elegir el sitio óptimo para la punción.
Estas recomendaciones nos ayudarán a reducir el número de intentos durante la canalización arterial y reducir la incidencia de las complicaciones anteriormente descritas.
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