El empleo de líneas medias en el paciente neonatal es un procedimiento novedoso. Por ese motivo, resulta fundamental, adquirir conocimientos en torno a esta nueva práctica que mejora, notablemente, la estancia de algunos de los pacientes ingresados en esta unidad:
- Reduce el número y frecuencia de punciones endovenosas
- Limita las manipulaciones dolorosas
- Ayuda en la preservación del capital venoso
- Favorece los cuidados centrados en el desarrollo
- Minimiza el riesgo de bacteriemia, trombosis y complicaciones cardíacas
- No precisa de comprobación en la localización de la punta del catéter (evita el uso de Rx)
- Permite administrar tratamientos más prolongados que con los catéteres periféricos
¿Quieres saber más a cerca de estos dispositivos? Apunta los siguientes consejos que debes tener en cuenta para asegurar que el procedimiento resulta exitoso y permite una adecuada evolución de pacientes con los que trabajas.
CATÉTER CORTO PERIFÉRICO O LÍNEAS MEDIAS EN NEONATOLOGÍA ¿QUÉ ELEGIR?
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1. ¿El paciente cumple con los criterios para seleccionar una línea media?
Antes de determinar el tipo de catéter a colocar en nuestro paciente neonatal, es necesario evaluar de forma individualizada las necesidades, ventajas y desventajas que supondría la elección de la línea media.
Para ello, los profesionales al cargo de la atención deberán realizarse las siguientes preguntas:
- El tratamiento intravenoso, ¿tendrá una duración ≥ a 6 días?
- ¿Presenta dificultades para la canalización del acceso venoso?
- ¿Las soluciones a administrar cumplen con los criterios para la elección de una vía media? Es decir, las fórmulas empleadas en el tratamiento del paciente deben cumplir las siguientes pautas: o no irritante ni vesicante
- No irritante ni vesicante
- pH entre 5 y 9
- Osmolaridad <600 -900 mOms/L
- ¿El paciente va a necesitará de administración de hemoderivados o extracciones continuas de sangre? A pesar de que no se aconseja la realización de extracciones sanguíneas de rutina a través de la línea media y que estos procedimientos no son el objetivo principal de estos dispositivos; se pueden aprovechar los catéteres midline ya canalizados si se necesita llevar a cabo cualquiera de estas prácticas, sin afectar a su durabilidad, con la finalidad de ahorrar nuevas punciones y dolor al paciente.
¿QUÉ VÍA ESCOGER PARA LA CANALIZACIÓN EN NEONATOS SEGÚN LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS FÓRMULAS A ADMINISTRAR?
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El empleo del siguiente árbol de decisión puede ayudarte en tu elección:
2. Elegir la vena más adecuada para la canalización
Para que la selección de la vena sea lo mas adecuada posible deben seguirse una serie de recomendaciones que facilitarán el procedimiento de inserción y ayudarán a minimizar posibles efectos adversos. Es de vital importancia, tener en cuenta, que el punto de inserción que elijamos permite una adecuada visualización para la evaluación de la evolución del dispositivo insertado.
En primer lugar, se debe dar preferencia aquellas venas con mayor calibre., especialmente las situadas en miembros superiores y cabeza. La canalización de los miembros inferiores se relacionados con un mayor riesgo de complicaciones que pueden obligar a una retirada prematura del catéter. Las venas más comunes en el neonato para la canalización de líneas medias son:
- En miembros superiores: venas Basílica, Cefálica o Braquiales
- En miembros inferiores: venas Marginales -interna o externa- y Safenas -interna o externa-
- En la cabeza: venas Temporal superficial o Aurícula posterior.
Además de este criterio, se debe priorizar aquellas zonas que permitan mayor movilidad y comodidad para el paciente, que no presenten deformaciones anatómicas o extravasaciones recientes.
A la hora de elegir la vena a puncionar, también, se analizará si presenta antecedentes de trombosis, flebitis o lesión vascular isquémica En cualquiera de estos supuestos la vía quedará descartada.
3. Calcular la distancia entre el punto de inserción y el lugar dónde se alojará la punta del catéter
A pesar de que las líneas medias no necesitan una medición tan exacta como los catéteres centrales o catéteres centrales de inserción periférica, es recomendable calcular la distancia entre el punto de inserción y el lugar dónde se alojará la punta del catéter para evitar que esta entre en el sistema vascular central. Se debe asegurar que el dispositivo no entra en la cavidad torácica o abdominal. La posición ideal de la punta del catéter dependerá de la vena elegida para la canalización:
- En las venas de los miembros superiores la punta del catéter quedará ubicada en el denominado paquete axilar
- En las venas de la cabeza ocupará una posición óptima cuando se encuentre en la porción proximal del cuello
- En las venas de miembros inferiores se entiende como localización adecuada el pliegue inguinal.
4. PRIORIZAR EL EMPLEO DE SETS PARA MINIMIZAR EL RIESGO DE INFECCIÓN
Pese a que las líneas medias son accesos venosos periféricos, todos los aspectos relacionados con la inserción, cuidados y mantenimiento deben seguir rigurosamente las medidas recogidas en el protocolo e Bacteriemia Zero aplicadas a los catéteres centrales.
Tal y como se indica en dicho protocolo, es aconsejable que el material se organice en carros o bandejas previamente preparados para disponer de todo lo necesario durante el procedimiento. El uso de sets pueda facilitar la tarea ya que recoge el material indispensable que se empelará durante la realización del procedimiento en
un solo paquete, mejorando la esterilidad y reduciendo el tiempo de preparación y exposición del material.
5. mantener la asepsia en la zona de inserción
Aun cuando la incidencia de infecciones en el empleo de líneas medias es menor que en los catéteres venosos- centrales, debemos tener en cuenta que el sistema inmaduro de los pacientes neonatales les hace más vulnerables ante la sepsis.
Por ese motivo, se deberán tomar medidas de barrera para la realización aséptica de la técnica. La primer da ellas consistirá en preparar, adecuadamente, la zona en la que se llevará a cabo el proceso de canalización.
Por una parte, se llevará a cabo la preparación del campo estéril sobre la mesa auxiliar dónde se deposita el material. El campo debe disponerse con la mínima antelación posible para minimizar las posibilidades de infección.
Otro campo estéril deberá cubrir completamente al paciente y las zonas que entren en contacto con el personal que realice la canalización. Según la ubicación del paciente, se dispondrá como a continuación se indica:
- Incubadora cerrada: paño estéril sobre el niño cubriendo toda la superficie con la fenestra ajustada a la zona de inserción
- Incubadora abierta: paño estéril con borde autoadhesivo sobre el borde lateral de la incubadora para evitar la contaminación de los equipos de protección de los profesionales que realizan el procedimiento y paño estéril sobre el niño cubriendo toda la superficie con la fenestra ajustada a la zona de inserción
- Cuna térmica o plataforma de procedimiento: paños estériles con borde autoadhesivo sobre los bordes laterales del colchón para cubrir el mueble y evitar la contaminación de los equipos de protección de los profesionales que realizan el procedimiento y paño estéril sobre el niño cubriendo toda la superficie con la fenestra ajustada a la zona de inserción.
6. Adecuar las medidas de barrera de los profesionales que intervienen en el procedimiento de canalización
Para la inserción del catéter todos los profesionales implicados deben emplear medidas de barrera. Estas medidas de control de asepsia se aplicarán según el grado de participación en la realización del procedimiento.
- Profesionales encargados de la colocación del material con presencia en el procedimiento: deberán cubrirse con gorro y mascarilla, además de aplicar la higiene de manos correspondiente.
- Profesional colaborador en la inserción bajo el campo estéril: deberán cubrirse con gorro, mascarilla y bata estéril, además de aplicar la higiene de manos correspondiente.
- Profesional al cargo de la inserción y/o ayuda en campo estéril: deberán cubrirse con gorro, mascarilla, bata y guantes estériles, además de aplicar la higiene de manos correspondiente.
7. Preparar la piel del paciente antes de la inserción
Para completar las medidas de asepsia, anteriormente mencionadas, y reducir las posibilidades de infección se debe preparar la piel del paciente. Este paso se considera fundamental ya que el punto de inserción del dispositivo de acceso vascular es uno de los emplazamientos con mayor riesgo de infección.
La preparación de la piel se compone de dos pasos:
- Higiene de la piel: agua + jabón de clorhexidina al 0.8% hasta secado completo
- Asepsia: Aplicación de antiséptico (clorhexidina acuosa 2%) durante 2 minutos.
8. Preparar el catéter para la canalización
Antes de la inserción del catéter se deberá comprobar la integridad y permeabilidad de este mediante la infusión de una pequeña cantidad de suero fisiológico.
Además, se recomienda lubricar la guía, también con suero, para facilitar su deslizamiento posterior mediante el introductor.
9. Inmovilizar y comprimir el miembro a canalizar
Para que el proceso de canalización resulto satisfactorio es preciso inmovilizar el miembro escogido para la introducción del catéter. Además, si la canalización va tener lugar en una extremidad se comprimirá el miembro de forma manual o empleando un torniquete.
El empleo de un torniquete estéril permitirá que el vaso se dilate y, de ese modo, se facilita la posterior inserción. Si elegimos este método, es importante que el dispositivo se ajuste a la talla del neonato.
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10. Elegir el modo de introducción de la guía a través de la cánula
El procedimiento de inserción de la guía es un paso fundamental para la posterior canalización del catéter. La introducción de la guía se realizará suavemente mediante el extremo en J o el extremo recto de esta, según la formación del personal al cargo.
La guía debe avanzar si resistencias y no se deben observar bucles dentro del vaso. Se introducirán de 3 a 5 cm. de la guía, dependiendo del peso del neonato y del catéter elegido. El resto quedará fuera de la cánula y de la piel para enhebrar el catéter con facilidad y favorecer su retirada.
11. Colocar una válvula antirreflujo para evitar que la luz del catéter quede expuesta al aire
Con el objetivo de mantener todas las medidas posibles de asepsia para reducir al máximo la posibilidad de contaminación y, como consecuencia, el desarrollo de sepsis por parte del paciente, una vez colocada, se sellará la luz de la línea media con una válvula antirreflujo.
Se recomienda que el dispositivo de elección sea una válvula con desplazamiento neutro y antirreflujo ya que: reduce el reflujo de sangre en la desconexión del catéter, presenta una menor incidencia de trombos, facilita la limpieza del conector y se asocia con riesgos menores de contaminación.
12. Usar dispositivos de fijación de seguridad sin suturas para reducir el riesgo de infección
Una vez colocado el catéter se procederá a la fijación de este para evitar desplazamientos y asegurar la adecuada administración del tratamiento.
- La elección del apósito debe considerarse teniendo en cuenta la inmadurez funcional y anatómica de la piel del neonato, por lo que se priorizará el uso de dispositivos que reduzcan las posibilidades de causar lesiones cutáneas o aumenten los riesgos de infección. Por ello, se preferirán las fijaciones con las siguientes características:
- Transparentes: permiten observar la evolución del punto de inserción y observar posibles complicaciones
- Con protección hidrocoloide que actúe como segunda piel
- Ajustadas al tamaño del paciente para minimizar la zona expuesta al adhesivo
Generalmente, las líneas medias en neonatos serán fijadas mediante sistemas de cinta adhesiva estéril. Se verificará que ni las cintas adhesivas ni el apósito transparente protector que se emplean como fijación provoquen presión en forma de torniquete que congestionen el miembro del neonato.
13. Establecer protocolos de cambios de apósito y curas
El mantenimiento de la midline es tan importante como la correcta canalización para asegurar la durabilidad la línea y éxito del tratamiento. Por consiguiente, se establecerán protocolos estrictos de curas y cambios de apósito.
- Si sangra el punto de inserción, las curas y cambios de apósito se realizarán cada 24 horas
- En condiciones normales, los cambios de apósito se realizarán cada 7 días y, siempre, valorando el riesgo/beneficio. Se observarán de manera periódica pro si estuviesen visiblemente deteriorados y sustituirlos en el caso de que resultase necesario.
14. Sustituir las líneas de administración según su finalidad
Los cambios de las líneas de administración vendrán determinados por la finalidad para la que son empleados. Siguiendo las recomendaciones, se estipula que:
- Los equipos de sueroterapia se deben cambiar cada 96 horas
- Según la estabilidad del paciente, los equipos de medición en perfusión continua se cambiarán cada 24 horas
- Los sistemas de Nutrición Parenteral con válvulas antirreflujo se deben sustituir cada día
- El recambio de los equipos de hemoderivados con válvula antirreflujo se realizará cada 4 horas
- Las válvulas antirreflujo de uso intermitente se deben reemplazar cada 7 días
- Los tapones desinfectantes se sustituirán tras cada uso
15. Emplear la técnica de flujo turbulento, push-stop-puh, para el lavado del
catéter
Para que el funcionamiento del catéter no se vea comprometido es necesario mantener su permeabilidad:
- Si los catéteres se encuentran en reposo se recomienda mantenerlos permeables con lavados de suero salino cada 6 horas y anticoagulación
- Se comprobará la permeabilidad e integridad del catéter tras cada uso
- Tras la administración de medicación se realizará un lavado del catéter con suero salina y anticoagulación
A finde de realizar adecuadamente el mantenimiento, se recomienda emplear jeringas de, al menos, 5 ml. ya que ejercen menos presión sobre la línea. En cualquier caso, para evitar complicaciones, siempre se debería infundir mediante la técnica de flujo turbulento push-stop-push.
¿Te han servido de ayuda todos estos consejos sobre la línea media? ¡Déjanos tu comentario!
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