El mes de noviembre es, sin duda, especial para la neonatología. Cada 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Niño Prematuro, una fecha que trata de concienciar de la importancia en la atención a estos recién nacidos vulnerables.
En muchas ocasiones, los profesionales dedicados a la asistencia de estos recién nacidos pueden encontrar dificultades o limitaciones para realizar los procedimientos necesarios para su recuperación y desarrollo. No disponen de materiales o tratamientos específicos y desarrollados teniendo en cuenta las especiales características del paciente neonatal y, esto, puede entorpecer los cuidados ofrecidos.
Existen diferentes factores que han propiciado esta realidad en las unidades de neonatología de nuestro país. Reflexiones con Francisco Javier de la Morena, responsable provincial de recursos materiales de la plataforma logística sanitaria de Málaga y antiguo supervisor de la UCIN de Hospital Materno-Infantil de Málaga, sobre la importancia de emplear dispositivos ajustados a las características del recién nacido, a término o pretérmino, y sobre las consecuencias para su salud si no se hace empleo de estos.
CONTEXTO DE LA NEONATOLOGÍA EN ESPAÑA
La neonatología es un área realmente nueva dentro de la atención sanitaria. La Sociedad Española de Neonatología (SENeo) nació en el año 1996 y su origen está en la Sección de Medicina Perinatal constituida en 1973 en el marco de la Asociación Española de Pediatría (AEP). En términos de la historia de la medicina, la neonatología en España, tiene su sociedad científica con una edad de 25 años.
“Todos aquellos que nos hemos dedicado a la neonatología nos hayamos sentido en algún momento u otro como Don Quijote, subidos a un maltrecho caballo y luchando contra gigantes”
En cuanto a producción y evidencia científica esta especialidad se encuentre a la cola de la innovación tecnológica y actualización de procedimientos y puede ser debido, en parte a eso, a esta juventud. Pero, si vemos la producción científica por especialidades en los últimos 15 años observamos que, también, es bastante menor en neonatología que en otras especialidades, y eso se debe varios factores:
- La cantidad de pacientes es reducida, por tanto, la oportunidad de generar evidencia es abrumadoramente mayor para el resto de los tramos de edad.
- Limitaciones administrativas: antes de realizar cualquier estudio, debe ser valorado por un comité de ética, y en el caso de recién nacidos, los requisitos son mucho más exigentes que en otros tramos de edad.
- Las empresas fabricantes, tanto de productos fungibles como farmacéuticos, les presenta un mucho mayor mercado el paciente adulto, por lo que para muchas empresas la diana, su objetivo, es cubrir el grueso e invertir en el desarrollo de productos que sabe tendrán una gran demanda.
La falta de evidencia científica para este tipo de pacientes, que sabemos que no todo es extrapolable a cualquier edad, la falta de capación específica y la falta, en muchas ocasiones, de material específicamente diseñado y testado para cubrir una necesidad de un número concreto y escaso de usuarios del sistema de salud, complican la atención al paciente.
UN PREMATURO, NO ES UN ADULTO PEQUEÑO
Todos los factores mencionados anteriormente evidencian que, en la mayoría de las ocasiones, es la neonatología la que tienen que adaptarse al mundo del paciente adulto.
Sin embargo, algunos de los dispositivos empleados en el paciente adulto no tienen nada que ver con las necesidades del paciente prematuro. Por ejemplo, en el caso de los sensores como los parches del electrocardiograma no hay espacio físico para usarlos; en la elección del apósito para la fijación de catéteres, dispositivos, sondas se tendrá en cuenta las características de la piel de un prematuro que carece de estrato corneo y, por tanto, no puede ser igual que un paciente en cualquier otro momento de la vida, ni siquiera, es comparable en algunos casos a un recién nacido a término.
“Un producto que no ha sido diseñado pensando en las características especiales del paciente neonatal y que no se ha probado en esta población puede tener un comportamiento inadecuado”
A diario la enfermería debe realizar diluciones, reglas de tres y vuelta a diluir para alcanzar a extraer la dosis exacta para un paciente de 700 grs, de un vial de medicación pensado para un adulto medio de 70 kg.
Pero no es solo cuestión de peso, el prematuro no es un adulto en pequeño, todos sus sistemas son inmaduros y, por ende, su fisiología y la respuesta a medicamentos, actuaciones y técnicas por nuestra parte, podrán ser diferentes a lo esperado en el paciente adulto.
¿POR QUÉ ESCOGER DISPOSITIVOS ESPECÍFICOS PARA EL PACIENTE NEONATAL?
Un producto que no ha sido diseñado pensando en las características especiales del paciente neonatal y que no se ha probado en esta población puede tener un comportamiento inadecuado. Emplear un dispositivo que no ha demostrado ser eficaz con los objetivos y población de la aplicación que se le va a dar, se denomina uso compasivo. Está regulado por el Real Decreto 561/1993, Artículo 23. El uso compasivo de un dispositivo médico solo se permite, cuando no existe una alternativa que sí cumpla los requisitos adecuados.
Las consecuencias de emplear dispositivos que no han sido creados específicamente para una aplicación o una población determinada no solo pueden tener un efecto inesperado o indeseado en el paciente, si no que su manipulación o adaptación para adecuarlo, puede tener consecuencias legales en caso de resultar en efectos negativos para le paciente.
EL CAMINO POR RECORRER
Existen situaciones que impiden o dificultan la entrada de este tipo de dispositivos en las unidades de neonatología: la falta de conocimiento de la fisiología y particularidades del paciente prematuro, la escasez de concursos públicos relacionados con dispositivos exclusivamente diseñados para el área neonatal, el bajo consumo de productos en esta unidad, la falta de información de los beneficios-costes de la introducción de un dispositivo…
La existencia de una normativa que permitiese la regulación de la incorporación de dispositivos médicos según las necesidades de los diferentes servicios de hospitales y centros sanitarios ayudaría a mejorar la adecuación de los dispositivos empleados en cada uno de estos.
Todavía queda un largo camino por recorrer en cuanto a la atención neonatal, pero esta en la mano de los profesionales seguir avanzando, investigando, y luchando por cubrir debidamente las necesidades que se presentan en la asistencia sanitario de estos pacientes.
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NEONATOLOGIA ES UNA UNIDAD MUY COMPLEJA Y DELICADA
Me ha encantado la entrevista, ha sido muy productiva.