Técnica ANTT en el manejo de las líneas medias: significado, razones y aplicación práctica

Por Javier Martínez

9 Sep, 2024

Un alto porcentaje de los pacientes hospitalizados son portadores de algún dispositivo de acceso vascular, que posibilita el acceso al torrente sanguíneo y permite la administración de sueroterapia y tratamiento intravenoso, así como la extracción de muestras sanguíneas. Sin embargo, el uso de estos dispositivos conlleva un riesgo significativo de infecciones nosocomiales. 

La terapia intravenosa (TI) es el procedimiento invasivo más frecuente en los hospitales. Según la FDA (Food and Drug Administration) de EE. UU., la TI está asociada con hasta 250 complicaciones diferentes. Estas complicaciones suelen deberse a la variabilidad en los criterios de mantenimiento y sustitución de catéteres y las medidas de higiene en la zona de punción. 

Bacteriemia relacionada con los catéteres vasculares

La bacteriemia es una de las infecciones adquiridas más frecuentes en los hospitales.

Entre el 15 y el 30% de todas las bacterias nosocomiales se relacionan con el uso de dispositivos intravenosos percutáneos. 

En determinadas unidades, como las UCIs este tipo de infección se relaciona con una elevada morbimortalidad y costes sanitarios significativos. Un estudio reciente estima que el costo promedio de una bacteriemia relacionada con catéteres en España es de 18,000€. 

Una parte sustancial de las bacteriemias se asocian con los catéteres venosos centrales y con prolongadas estancias en la UCI. Si bien en los últimos años se ha documentado también la importancia de este problema entre pacientes hospitalizados en unidades convencionales y con otros tipos de catéteres como los venosos periféricos o centrales de inserción periférica y líneas medias. 

Cómo prevenir la bacteriemia relacionada con catéteres

Muchas de estas complicaciones pueden prevenirse o reducirse hasta en un 70% mediante la adopción de paquetes preventivos de cuidados (care bundles). Estos paquetes incluyen un conjunto de prácticas clínicas basadas en la evidencia que, cuando se realizan conjuntamente, producen un resultado positivo y sinérgico en la salud del paciente. 

Este paquete preventivo debe ser relativamente pequeño y sencillo: 
entre 3 y 5 medidas de precaución de bajo coste económico que, aplicadas como un todo, tienen un gran impacto positivo (económico, asistencial e institucional). 

El primer paquete para la inserción y manejo de catéteres centrales fue desarrollado por el Dr. Peter Provonost a principios de los 2000, estudió las infecciones relacionadas con los catéteres centrales y elaboró un protocolo que incluía cinco pasos clave. 

Las primeras experiencias de puesta en marcha de este protocolo se llevaron a cabo en Michigan (EEUU) y a los tres meses de su implementación ya se pudo observar una disminución del 66% de las infecciones en UCI. Se calcula que esta intervención salvó la vida de 1500 personas y ahorró 100 millones de dólares en los 18 primeros meses tras su implementación. 

Los resultados de los estudios intervencionistas a lo largo de este tiempo han ido aportando evidencia respecto a la eficacia de los programas educativos y de higiene de manos, mostrando una reducción significativa de las tasas de infecciones del torrente sanguíneo asociada al uso de catéteres venosos centrales. 

¿Qué és la Técnica ANTT?

Antes de profundizar en la técnica ANTT, es importante diferenciar entre técnicas asépticas y estériles: 

  • Técnica aséptica: Es la reducción intencional de patógenos para evitar la transferencia de microorganismos de una persona u objeto a otro durante un procedimiento médico.Supone una barrera protectora contra los patógenos 
  • Técnica estéril: Busca eliminar todos los microorganismos potenciales dentro y alrededor de un campo estéril al tiempo que se mantienen los objetos lo más libres de microorganismos posible. S​upone un ataque intencional a los microorganismos. 

La técnica ANTT (Aseptic Non-Touch Technique) o “no tocar” o “sin contacto” fue ideada en los años 90 por Stephen Rowley con la intención de estandarizar los procedimientos clínicos disminuyendo la variabilidad clínica e incorporando las evidencias a la práctica, aplicable a cualquier procedimiento clínico invasivo

Esta técnica consiste en identificar y proteger tanto el equipo como la zona de inserción mediante diferentes prácticas (higiene de manos), el uso de equipo estandarizado y/o limpieza de piezas clave para volverlas asépticas antes de su uso. 

Para comprender cómo aplicar esta técnica aséptica, cabe distinguir dos conceptos: 

  • Parte clave: cualquier parte estéril del equipo utilizado durante el procedimiento aséptico. 
  • Sitio clave: piel no intacta. Sitio de inserción potencial o de acceso real.

Tipos de técnica ANTT

  • Técnica estándar: Para procedimientos técnicamente sencillos y de corta duración que involucran zonas pequeñas protegidas principalmente por la técnica «no tocar» y campos asépticos microcríticos. 
  • Técnica quirúrgica: Para procedimientos más complejos y de mayor duración que involucran zonas más grandes y múltiples partes clave manejadas en un campo aséptico crítico principal. Se requiere el uso de guantes estériles. 

Principios de la técnica ANTT

Esta técnica sigue un orden lógico que consiste en identificar y proteger las partes clave, en realizar una higiene de manos eficaz, en establecer una técnica “sin tocar” y llevar las precauciones estándar siguiendo estas pautas:

  • Always: asegurar siempre la descontaminación de manos de manera efectiva con la técnica correcta de lavado de manos (recomendaciones de la OMS). 
  • Never: no contaminar nunca partes clave del equipo/material estéril o sitios clave susceptibles del paciente. 
  • Touch non: no tocar las partes clave, pero tocar aquellas que no lo son con confianza. 
  • Take: se deben tomar precauciones universales para el control y prevención de infecciones (EPI, gestión de residuos).

Medidas de prevención y control de infecciones mediante la técnica aséptica ANTT

  • Control ambiental: es necesario reconocer y evitar riesgos en el ambiente que puedan incrementar el riesgo de infección. Esto se consigue garantizando que haya ropa de cama limpia, monitorizando las líneas de pacientes que están cerca o entre las áreas de trabajo, limpiando las superficies antes de establecer un área de trabajo y manteniendo los alimentos y artículos personales alejados de las áreas de trabajo. 
  • Higiene de manos: se debe realizar una correcta higiene de las manos con frecuencia y durante los momentos clave.
  • Equipo de protección individual (EPI): hay que seleccionar guantes estériles o limpios en función de la necesidad de tocar partes clave o sitios clave directamente; estos no reemplazan la necesidad de higiene de manos. Además, son necesarios mascarilla, gafas y bata (estéril o limpia, según el caso). 
  • Gestión aséptica del campo: determinar el nivel de campo aséptico necesario y cómo se manejará antes de que comience el procedimiento. Campo aséptico general para las partes y sitios clave que se protegen fácilmente (irrigación/infusión IV​ y cambios en el apósito seco) o campo aséptico crítico cuando las partes y sitios clave son grandes, numerosos o no se protegen fácilmente mediante la técnica no táctil (colocación de catéter urinario​, cambio de apósito de línea central​ y cambio de apósito estéril).  
  • Técnica no táctil: El objetivo principal es no tocar, incluso cuando se usan guantes estériles.​ Esto requiere preparación y conocimiento de la secuenciación planificada de procedimientos, para evitar así tocar determinadas zonas. Siguiendo una lógica de “de limpio a sucio”, trabajando desde la menor a la mayoría de las partes y sitios clave contaminados. 
  • Secuenciación: El orden de trámite requiere que la planificación sea eficiente, lógica y segura.​ Las pautas de práctica dan dirección en cuanto al orden óptimo desde la preparación hasta la finalización.

Conclusión

La mayoría de las complicaciones ligadas al uso de dispositivos de acceso vascular pueden evitarse si se aplica una técnica que siga un orden lógico: identificar y proteger las partes clave, realizar una higiene de manos eficaz, establecer una técnica “sin tocar” y observar unas precauciones estándar.

Javier Martínez

Supervisor de la unidad de recuperación postanestésica Hospital Universitario Virgen del Rocio

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