En pacientes con cáncer, la elección de un dispositivo de acceso venoso adecuado es crucial para un tratamiento eficaz, minimizando las complicaciones y reduciendo los costos de atención médica.
Decisiones clave en el manejo, como el momento de la extracción del dispositivo después de la terapia, pueden afectar los resultados clínicos.
Dado que las guías internacionales actuales carecen de directrices específicas sobre estos temas, se consideró apropiado un consenso global de expertos de diferentes países.
Se seleccionó un grupo de 11 expertos de tres continentes, incluidos oncólogos y profesionales de la salud. Después de una revisión exhaustiva de los ensayos clínicos y las pautas sobre los dispositivos de acceso venoso central (CVAD) en oncología publicados entre enero de 2013 y diciembre de 2023, se desarrollaron recomendaciones específicas para la selección y el manejo de CVAD en pacientes con cáncer.
Llegando así a un consenso sobre 10 cuestiones relacionadas con: indicaciones para un CVAD, opciones disponibles para CVAD, papel del personal y los pacientes en la elección del CVAD, factores que influyen en la selección de un puerto en lugar de un catéter externo, requisitos logísticos para la inserción del puerto y del catéter externo, partes interesadas responsables de la inserción del puerto y del catéter externo, factores que determinan la extracción de un puerto después de completar la terapia definitiva y frecuencia recomendada de lavado cuando el CVAD no está en uso.
10 CUESTIONES: 10 OPCIONES
¿Cuándo está indicado un CVAD?
El uso de un CVAD está especialmente recomendado en pacientes con cáncer que requieren la administración de fármacos vesicantes o irritantes, ya que estos pueden causar complicaciones graves si se administran por vía periférica. También se debe considerar su uso cuando el acceso venoso periférico es insuficiente o difícil, incluso con guía ecográfica. En estos casos, el CVAD permite reducir el riesgo de flebitis, extravasación y daño tisular.
¿Qué opciones existen?
Los dispositivos disponibles incluyen catéteres externos (PICC, CICC, FICC, tunelizados o no) y dispositivos totalmente implantables (puertos torácicos, braquiales o femorales). La elección depende de la duración del tratamiento, la frecuencia de uso y el entorno clínico del paciente.
¿Quién debe decidir el tipo de dispositivo?
La selección del CVAD debe ser una decisión colaborativa que involucre al profesional prescriptor, al equipo de acceso vascular, al paciente, al equipo de mantenimiento del dispositivo y, cuando sea necesario, a los cuidadores. Esta decisión debe basarse en un conocimiento profundo del estado clínico del paciente, las características del dispositivo, las posibles complicaciones y la idoneidad del CVAD para la terapia prevista.
¿Puerto o catéter externo?
Los catéteres externos son preferibles para accesos vasculares de duración media (menos de 3-4 meses) o para accesos frecuentes a largo plazo (diarios o semanales). En cambio, los puertos totalmente implantables son ideales para accesos poco frecuentes a largo plazo (cada 2-3 semanas). También se recomiendan en pacientes que viven en entornos con menor higiene o privacidad, o que valoran la estética y la comodidad, como quienes practican natación.
¿Qué se necesita para insertar un puerto?
La inserción de un puerto requiere la disponibilidad del dispositivo, acceso a instalaciones adecuadas (con equipos de asepsia, imagenología y monitorización), y la presencia de profesionales capacitados en procedimientos de acceso venoso. Además, es imprescindible contar con el consentimiento informado del paciente.
¿Quién debe insertar un puerto?
Solo deben hacerlo profesionales sanitarios con formación específica y adecuada, como cirujanos, radiólogos intervencionistas, anestesistas, oncólogos, intensivistas, enfermeras de práctica avanzada y personal de enfermería, siempre dentro del marco regulatorio del sistema sanitario correspondiente.
¿Qué se necesita para insertar un catéter externo?
Los requisitos logísticos son similares a los del puerto: disponibilidad del dispositivo, instalaciones adecuadas, personal capacitado y consentimiento informado del paciente. También es importante el acceso a la historia clínica y la coordinación con otros servicios hospitalarios.
¿Quién debe insertar catéteres externos?
Deben hacerlo profesionales sanitarios con formación específica, incluyendo médicos, enfermeras clínicas, asistentes médicos y personal de enfermería, siempre dentro del marco regulatorio correspondiente.
¿Cuándo debe retirarse un puerto?
Los puertos deben retirarse tras completar la terapia definitiva en pacientes con bajo riesgo de recaída temprana, cuando no se prevé la necesidad de acceso venoso a corto plazo. Esta decisión debe considerar la preferencia del paciente, el riesgo de complicaciones si el puerto permanece in situ, y la dificultad de una futura reinserción.
¿Con qué frecuencia se debe limpiar un CVAD inactivo?
Los puertos deben limpiarse cada 4 a 12 semanas, según los protocolos locales. Los catéteres externos requieren un lavado semanal. En ambos casos, se recomienda el uso exclusivo de solución salina, salvo en dispositivos utilizados para hemodiálisis o aféresis, que pueden requerir soluciones anticoagulantes.
LIMITACIONES DEL CONSENSO INTERNACIONAL SOBRE CVAD EN ONCOLOGÍA
Aunque este consenso representa un avance significativo en la estandarización del uso de dispositivos de acceso venoso central (CVAD) en pacientes con cáncer, es importante reconocer sus limitaciones. En primer lugar, a pesar de su carácter internacional, algunas regiones clave como Brasil y otros países de Sudamérica no estuvieron representadas en el panel de expertos, lo que podría limitar la aplicabilidad global de las recomendaciones.
En segundo lugar, el consenso no abordó aspectos técnicos específicos relacionados con la inserción de los dispositivos, como las técnicas quirúrgicas o intervencionistas más adecuadas para cada tipo de CVAD. Estos temas, aunque fundamentales para la práctica clínica, se encuentran tratados en otras guías y textos especializados publicados en los últimos años.
Además, tampoco se incluyeron recomendaciones sobre la prevención y el manejo de complicaciones asociadas a los CVAD, como infecciones o trombosis venosa. Estos aspectos han sido objeto de análisis en documentos de consenso previos de alta calidad, pero su exclusión en este trabajo deja un vacío que deberá ser complementado por otras fuentes.
CONCLUSIÓN
Los dispositivos de acceso venoso central son herramientas esenciales en el tratamiento oncológico moderno. Su correcta selección, inserción y mantenimiento no solo optimizan la eficacia terapéutica, sino que también mejoran la calidad de vida del paciente y reducen el riesgo de complicaciones.
Este consenso internacional proporciona una guía clara y basada en evidencia para abordar los aspectos más críticos del uso de CVAD en oncología. Al promover la colaboración interdisciplinaria, el respeto por las preferencias del paciente y la implementación de protocolos estandarizados, se facilita una atención más segura, eficiente y centrada en el paciente.
Las recomendaciones aquí recogidas ofrecen a los profesionales sanitarios una base sólida para la toma de decisiones clínicas, adaptables a distintos contextos sanitarios y culturales. Su aplicación contribuirá a mejorar los resultados clínicos y a establecer estándares de calidad en el manejo de los CVAD en pacientes con cáncer.
BIBLIOGRAFÍA
Mohammad Jahanzeb1, Ching-Yang Wu2, Howard Lim3, Kei Muro4, Lichao Xu5, Manjiri Somashekhar6, Sampige Prasannakumar Somashekhar S P6, Xiaotao Zhang7, Xiaoxia Qiu8, Ying Fu9 and Mauro Pittiruti. International experts consensus on optimal central vascular access device selection and management for patients with cancer
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