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El artículo resalta la importancia del catéter Midline para tratamientos intravenosos prolongados en Hospitalización a Domicilio (HAD). Se enfatiza la necesidad de una técnica de inserción precisa, preferiblemente con ecografía, y un mantenimiento cuidadoso del catéter. La formación del personal y los cuidadores en el manejo adecuado del dispositivo son fundamentales para prevenir complicaciones y garantizar el éxito del tratamiento en el domicilio.
Plantearse canalizar un catéter Midline para su uso en domicilio te lleva a cuestionar si es seguro para el paciente, adecuado para el tratamiento extrahospitalario y cómodo para el día a día ya que, aunque todos sabemos que la Hospitalización a Domicilio no deja de ser una alternativa a la Hospitalización convencional, es la opción que más se acerca a poder mantener una actividad casi normal dentro de unos límites terapéuticos.
CONSIDERACIONES PARA LA ADMINSITRACIÓN SEGURA
Dentro de las actividades que realizamos en cualquier unidad de Hospitalización a domicilio se encuentra la administración de fármacos vía intravenosa, mediante técnica de caída libre, en elastómero o en bomba electrónica.
Los pacientes ingresados en las unidades pueden requerir la administración de tratamiento antibiótico durante semanas, como en el caso de las endocarditis, bacteriemias y demás patologías infecciosas u otros tratamientos como la administración de diuréticos, hemoterapia, etc.
Cuando se nos plantea el ingreso de un paciente con necesidad de terapia intravenosa, lo primero que nos planteamos es determinar el acceso venoso que precisa, para ello estudiamos las características del fármaco prescrito, ph, osmolaridad, si es vesicante o no, así como la duración del tratamiento. Con toda esta información podemos decidir si puede ingresar en domicilio con un catéter periférico corto, si debemos canalizar un Midline o bien precisa un catéter central.
MIDLINE COMO ALTERNATIVA EN LA TERAPIA DOMICILIARIA
En el caso del Midline, hay que recordar brevemente que es un catéter periférico, más largo que el catéter corto, tiene una longitud entre 4-25 cm. Este dispositivo ofrece una alternativa al profesional cuando la duración del tratamiento supera los 7 días, ya que está hecho de un material más duradero como es el poliuretano, pudiendo garantizar su uso durante el tratamiento completo, evitando así la multipunción y todas las complicaciones que supone la canalización de accesos venosos.
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La técnica indicada para la inserción de este catéter es la técnica Seldinger o Seldinger modificada. Es cierto que precisa de una formación básica en ecografía para determinar la vena en la que alojar el catéter, por orden de elección colocaremos la vena basílica en primer lugar, seguida de braquiales y cefálica.
Debemos tener una experiencia básica para poder distinguir las estructuras que encontraremos en el mapeo ecográfico de los brazos, diferenciar con seguridad venas de arterias, paquete nervioso, etc para procurar evitar complicaciones. Este estudio nos permitirá elegir el tamaño adecuado del catéter respecto al diámetro de la vena, la zona con más probabilidad de éxito por localización de la vena elegida, más separada de arteria y nervios o con más calibre del trayecto, y en el caso del ingreso en domicilio, aunque puede resultar un factor menos importante, elegir la zona más cómoda para el paciente puede ser fundamental para garantizar el éxito del tratamiento.
Debemos garantizar la máxima esterilidad durante la técnica de inserción, para ello en nuestras unidades intentamos que la inserción se realice en el hospital, antes de que el paciente se traslade al domicilio, o aprovechando el traslado del paciente para alguna consulta o prueba diagnóstica durante el ingreso, para garantizar la asepsia durante todo el proceso. El entorno hospitalario resulta más cómodo y seguro para el profesional y el paciente, aunque es cierto que, si es necesario canalizar el Midline en domicilio, si este cumple con unas normas de higiene y la infraestructura lo permite, también es posible.
RETOS DEL MIDLINE EN LA ATENCIÓN DOMICILIARIA
Alguno de los problemas que podemos encontrarnos al intentar canalizar un catéter en el domicilio del paciente son:
- La falta de luz, en numerosas ocasiones la habitación no dispone de iluminación natural o artificial suficiente para realizar con seguridad la técnica.
- La disposición y la altura de la cama o sillón donde está colocado el paciente durante la técnica, es difícil que se disponga de una cama regulable en altura por lo que podemos encontrarnos que la postura a adquirir a la hora de canalizar el catéter haga que sea imposible.
- Otro problema puede ser la falta de espacio para colocar el material y garantizar que se haga de manera estéril.
- El uso de ecógrafo portátil precisa de una conexión a una pantalla, ya sea el teléfono móvil o un dispositivo tipo Tablet, es necesario una señal wifi, que en ocasiones, según la localización del domicilio, no es posible.
Una vez abordadas las dificultades que puede suponer la inserción del catéter, debemos hablar de los siguientes retos que se nos plantean.
MANTENIMIENTO DEL CATÉTER
El mantenimiento del catéter resulta fundamental para garantizar el éxito del tratamiento, cabe recordar que el uso de este dispositivo se realiza por parte del personal de enfermería, pero también por parte de los familiares instruidos para el uso de este, generalmente en el caso de la administración de elastómeros.
Debemos hacer especial hincapié en la higiene de manos, siempre durante la formación, debemos recordar el lavado de manos previo a la manipulación del catéter, haciendo ver que el uso de guantes no sustituye dicha higiene.
En el caso del cambio de apósito y cura del punto de inserción, siempre se realiza por parte del personal con técnica estéril, con una periodicidad de 7 días excepto en las primeras 48h que también se cambia apósito para vigilar la aparición de hematomas y limpieza de sangrado, que podría ser normal en las primeras horas.
Otro de los aspectos fundamentales es la formación referida al lavado de la luz para garantizar la permeabilidad del dispositivo, para ello formamos a los cuidadores en la técnica de lavado push-stop-push.
Siempre indicamos la colocación del tapón con alcohol en el bioconector cuando ha finalizado la administración del elastómero.
FIJACIÓN DEL DISPOSITIVO
En cuanto a la fijación del Midline, resulta importante destacar que la actividad del paciente va a ser presumiblemente mayor que en el hospital por lo que debemos garantizar una correcta fijación del catéter, las opciones disponibles son los apósitos autoadhesivos y las fijaciones subcutáneas, en cualquier caso, se trata de proteger bien el sistema y evitar el peso que pueda producir una salida accidental del mismo.
FORMACIÓN DEL PACIENTE Y SUS FAMILIARES
En la Hospitalización a domicilio es imposible tener una visualización continua del acceso venoso, por ese motivo siempre formamos al paciente y familiares de los signos y síntomas por los que deben avisarnos, con el fin de detectar de manera precoz una posible flebitis, obstrucción o pérdida del catéter.
La garantía de éxito del Midline en domicilio está relacionada con la información y la formación del paciente y de los cuidadores principales que vayan a manipular el dispositivo.
CONCLUSIONES
En resumen, el Midline representa una opción valiosa para la terapia intravenosa domiciliaria, pero su implementación exitosa requiere una cuidadosa consideración de los desafíos y la implementación de estrategias para superarlos.
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