La relevancia de una gestión eficiente del capital venoso

Por Sonia Gomis

29 Ago, 2024

La terapia intravenosa es una de las técnicas más frecuentes en los contextos sanitarios. Y es que, 7 de cada 10 pacientes de los hospitales españoles llevarán un acceso vascular a lo largo de su vida siendo el catéter periférico el más usado en las terapias.

En este artículo te contamos la importancia de la gestión eficiente del capital venoso, siendo este único e irremplazable, y sumando una necesidad más dentro de la terapia infundida al paciente según el estado de sus venas.

Inserción del dispositivo de acceso venoso

La inserción de un dispositivo de acceso venoso en el paciente es una técnica invasiva que provoca complicaciones que pueden ser desde químicas hasta mecánicas. Debido a la naturaleza de esta técnica, es fundamental considerar cuidadosamente la elección, inserción y mantenimiento de estos dispositivos, ya que el capital venoso es único, limitado, difícilmente recuperable e insustituible.

“Cuidar el capital venoso del paciente es esencial para garantizar tratamientos intravenosos efectivos y minimizar complicaciones futuras”

Nancy Moureau

Por capital venoso entendemos el «conjunto de todos los vasos del sistema circulatorio venoso, tanto central como periférico, que se puede utilizar con fines terapéuticos y/o diagnósticos» (Guía para el cuidado del acceso vascular en adultos, Osakidetza).

Dentro del capital venoso, la principal encargada de la gestión de este es la enfermera, la cual tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad tanto en la inserción, mantenimiento y manejo del dispositivo venoso.

Aspectos clave: gestión eficiente

Para gestionar eficientemente el capital venoso del paciente, es esencial optimizar los recursos y procesos necesarios, creando un entorno de trabajo que fomente la innovación, colaboración y desarrollo sostenible.

Hay que realizar una gestión proactiva del capital venoso, avanzándose a posibles efectos adversos en cualquiera de sus fases. Para ello es imprescindible aplicar la última evidencia científica en acceso vascular, estando los profesionales de enfermería obligados a usar los estudios y evidencias demostradas para la correcta gestión.

En el proceso de gestión podemos encontrar una serie de pasos a seguir para realizarlo de forma adecuada. En este caso, el primer paso es escoger el dispositivo de acceso vascular adecuado y en el momento idóneo, considerando cuatro aspectos: la necesidad, el paciente, el profesional que lo va a realizar y el lugar de la inserción.

“Tanto el tratamiento como la individualidad del paciente marcaran el dispositivo adecuado”

Además, debemos basarnos en los algoritmos de elección mostrados, pero siempre teniendo en cuenta los conocimientos de inserción, mantenimiento y manejo del dispositivo; y el lugar para realizar la inserción de este tanto en el paciente como contando con las medidas hospitalarias adecuadas.

¿Se hace una gestión eficiente del capital venoso del paciente?

Para poder llevar a cabo esta gestión, necesitamos ampliar el abanico de posibilidades, empleando los nuevos dispositivos con evidencia científica de uso y eficacia.

En ensayos clínicos se observa que los catéteres de línea media tienen mayor durabilidad y menores complicaciones que los catéteres periféricos cortos. Además, es muy importante el uso de la ecografía para su inserción, utilizando métodos como el RaPeVa o RaCeVa; dependiendo del lugar de inserción del DAV (Dispositivo Acceso Venoso), esto reduce las complicaciones e infecciones optimizando recursos y reduciendo la estancia hospitalaria del paciente.

En este proceso, la colaboración de los pacientes es vital, ya que ellos mismos son los principales gestores de su capital venoso, junto con el personal de enfermería.

La importancia de la gestión radica en la formación continuada de los profesionales sanitarios, aplicando estudios actuales y evidencia avalada por diferentes entidades. La necesidad de esto radica en que en base a estudios en hospitales se observó que el 37,4% de las enfermeras desconocían los factores a tener presentes a la hora de la elección del DAV. Y el 52,8% de la población tenía desconocimientos del uso del catéter de línea media, señalando así esta necesidad como un área muy importante para tener en cuenta en futuras formaciones.

Conclusión

La visión y los objetivos compartidos radica en desarrollar proyectos de capacitación a los profesionales de enfermería y enseñarlos tanto a la canalización ecoguiada como el conocimiento de los diferentes dispositivos, así como una formación continuada.

“La evolución es un proceso constante e inevitable que nos impulsa a adaptarnos y crecer constantemente en busca de un futuro mejor”

Sonia Gomis

Responsable de Homologación del grupo coordinador de INCATIV. Enfermera en el H. Universitario La Ribera

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